Cuatro técnicas de alimentación eficaces para una cosecha abundante de calabacines

El cultivo de calabacín en las casas de verano de varias regiones de Rusia es una práctica habitual. Esta verdura es muy apreciada por sus beneficios dietéticos, ya que aporta una gran cantidad de nutrientes y minerales esenciales.

El calabacín es un cultivo poco exigente que produce frutos durante los meses de verano. Para lograr una cosecha abundante rápidamente, es fundamental enriquecer el suelo con minerales esenciales como fósforo, potasio, calcio, magnesio y nitrógeno. Si bien los fertilizantes ya preparados se encuentran disponibles en las tiendas, el uso de métodos de alimentación tradicionales puede ahorrar dinero y reducir los nitratos y productos químicos nocivos en los productos. Muchos ingredientes fertilizantes efectivos se pueden encontrar fácilmente en casa.

A continuación se presentan algunas recetas populares de fertilizantes caseros que los jardineros han descubierto que mejoran el crecimiento y el rendimiento del calabacín:

  1. Estiércol : El estiércol, un fertilizante de larga tradición, se puede aplicar antes de la temporada de plantación de calabacines, ya sea en otoño o en primavera. El estiércol bien seco o ligeramente seco de vacas, caballos, cerdos o cabras es ideal. También se puede utilizar para cubrir el suelo con mantillo. Para aplicarlo durante o antes de la floración, diluya el estiércol fresco con agua. Esto incluye excrementos de pollo, pato o ganso, que enriquecen el suelo con nutrientes vitales para un crecimiento vigoroso de las hojas y cosechas fructíferas.
  2. Solución de yodo : el yodo ayuda a mejorar el crecimiento y la calidad de las hojas jóvenes y favorece una floración vigorosa. Para elaborar este fertilizante, mezcle 40 gotas de yodo en un balde de 10 litros de agua. Esta solución se puede aplicar un par de semanas después de la plantación y durante la fase de floración para potenciar la salud y la productividad de la planta.
  3. Ceniza de madera : La ceniza de madera es una excelente fuente de potasio y puede aumentar la producción de calabacín en más del 50 %. Mezcle 30 gramos de ceniza de madera en un balde de 10 litros de agua y riegue las plantas en la etapa de fructificación, concentrándose en la base de la planta y evitando las hojas y los frutos. Aplicar ceniza seca también es beneficioso, pero asegúrese de que la tierra esté húmeda de antemano para ayudar a que las raíces absorban los nutrientes de manera eficaz.
  4. Levadura : Una solución de levadura puede acelerar significativamente el crecimiento del tallo y mejorar la absorción de minerales del suelo. Para ello, disuelve 35 gramos de levadura y una taza de azúcar en 3 litros de agua tibia, dejándola fermentar durante 5 horas en un lugar soleado. Diluye esta mezcla en un balde de 10 litros de agua y úsala para regar generosamente los calabacines.

Estos métodos naturales y rentables no sólo fomentan plantas más saludables sino que también contribuyen a una práctica de jardinería más sostenible.