Cuando pensamos en las orquídeas, inmediatamente pensamos en sus hermosas flores de formas únicas. Pero también son las hojas las que hacen que esta planta sea exótica, especialmente para las especies Phalaenopsis. Suelen ser grandes, anchas, verdes y gruesas.

Son precisamente estas hojas las que confieren a la orquídea sus características durante todo el año, incluso durante la fase de reposo. Por eso es importante mantenerlos siempre limpios y brillantes. Aquí te explicamos por qué.

Para prevenir ataques de plagas
Manteniendo las hojas limpias, puedes prevenir ataques de plagas. Límpielos con una mezcla de agua y jabón de Marsella. Esta solución puede ahuyentar a los molestos insectos. También puede actuar como insecticida natural y prevenir posibles infestaciones. Sin embargo, nunca dejes las hojas mojadas o demasiado húmedas, ya que esto puede favorecer la pudrición de la corona.

Para evitar enfermedades
Limpiar las hojas no sólo previene infestaciones, sino también la aparición y propagación de infecciones y enfermedades.

Al limpiar las hojas, previenes la acumulación de bacterias o esporas que pueden propagar hongos.

Para ello, añade unas gotas de aceite de neem a la mezcla antes mencionada y aplícala sobre las hojas utilizando un bastoncillo de algodón. Este producto es conocido por su efecto antibacteriano y protector. Obtendrá así una orquídea vigorosa, resistente a los riesgos de infección, más frecuentes en primavera y verano.

Para promover la humedad
Cuando limpias las hojas con un paño húmedo, aumentas la humedad del aire en la superficie de la planta. Esto es importante para la orquídea, que es una planta de origen tropical y que agradece ambientes con humedad entre el 55 y el 80%.

Al favorecer la humedad en el aire, conseguirás una planta más verde y tupida. Si colocas tu planta en un lugar con poca humedad, se pudrirá rápidamente. Lo ideal es repetir la operación cada 3 o 4 días o pulverizar un poco de agua sobre las hojas.

Para la salud general de la planta
Al mantener limpias las hojas de la orquídea, se elimina el polvo que a menudo se deposita en las hojas.

De esta forma se liberan los poros de la planta, activándose el proceso de respiración y fotosíntesis.

Simplemente extiéndelo para que tu planta respire mejor y se mantenga sana por más tiempo. Además, la animas a florecer y formar hojas nuevas.

Para quitar el polvo y aclarar las hojas, puedes utilizar jugo de limón. Simplemente exprime medio limón en un vaso de agua y aplica la mezcla a la planta con un hisopo de algodón.

Sin embargo, no te excedas, porque la acidez del jugo de limón podría atacar la superficie de las hojas y quemarlas o hacer que se pongan amarillas.