Te debe haber pasado por lo menos una vez en tu vida comprar una hermosa planta, traerla a casa y presenciar con impotencia su debilitamiento y la caída de todas sus flores. Seguramente te habrás preguntado por qué sucede esto y qué hacer para evitarlo.

Las plantas que compramos en viveros o supermercados sufren un cambio brusco de temperatura una vez que las llevamos a casa. Los cambios en la exposición a la luz, los nutrientes que reciben, la temperatura y los niveles de humedad pueden estresar a las plantas hasta el punto de impedir la floración.

A continuación enumeramos 4 trucos efectivos para que las plantas florezcan todo el año , que sean más sanas, más fuertes y más bonitas a la vista.

Primer truco: bolsitas de té

Si eres un bebedor de té, nunca tires las bolsitas de té usadas. Son excelentes aliados para fertilizar la tierra de nuestros plantones, especialmente de rosas.

Recuerda quitar las flores que ya se hayan secado para que puedan dejar espacio para que las nuevas flores continúen su proceso.

Segundo truco: canela

Consigue dos ramas de canela, luego prepara una infusión cocinándolas durante unos minutos en agua. Deje enfriar y luego rocíe directamente sobre el suelo.

Alternativamente, vierta canela molida directamente sobre el suelo que rodea el tallo de la planta. La canela contiene nutrientes esenciales para la planta. Aplicarlo al menos una vez a la semana.

Tercer truco: cáscaras de plátano y cáscaras de huevo

Ambos son ingredientes ricos en nutrientes para las plantas y muy preciados en el jardín. Combine las cáscaras de plátano con algunas cáscaras de huevo lavadas, agregue un poco de café molido y mezcle todo.

Vierta la solución directamente sobre la tierra para macetas, como si fuera compost.

Cuarto truco: los clavos

Los nutrientes presentes en el suelo son esenciales para el buen crecimiento y floración de la planta. Los clavos son muy ricos en hierro, y pueden ser de gran ayuda en el jardín.

Ponga al menos 3 o 4 dientes en el suelo de la planta. Liberarán hierro en el suelo a medida que riegues la planta, haciéndola más saludable y fuerte.