Tener plantas en casa es muy satisfactorio, y más si las propias plantas son aromáticas y se pueden utilizar en la cocina. El romero es una de las plantas aromáticas más versátiles utilizadas en nuestra cocina tradicional.
Sin embargo, es muy frecuente que compres una planta de romero , la lleves a casa y seas testigo de su lento deterioro, viendo cómo se marchita rápidamente. Esto sucede por muchos factores diferentes, pero afortunadamente es posible evitarlo siguiendo algunas reglas muy sencillas.
Si también estás intentando mantener viva tu planta de romero , prueba a aplicar los siguientes cuidados para mantenerla sana y que te dure años.
1. Posición correcta
El romero es originario de zonas de clima templado, por ello es imprescindible colocar la planta en un lugar soleado. Rosemary prefiere el sol y necesita de 6 a 8 horas de plena luz solar.
Si vives en una zona con inviernos muy duros, aplica una lámina protectora a la planta en los días y noches más fríos.
2. Buen drenaje
El romero necesita un suelo seco, pedregoso y permeable. Asegúrese de que el suelo esté bien drenado.
Las raíces de romero tienden a pudrirse con el riego excesivo. Notarás este fenómeno cuando la planta comienza a secarse de abajo hacia arriba.
3. Fertilizante
El romero necesita un suelo pobre en nutrientes, por lo que no es necesario aplicar fertilizante.
4. Riego
El riego de la planta de romero debe ser muy poco frecuente. Una forma de comprobar si necesita agua es meter un dedo en la tierra y comprobar la humedad de la misma.
5. Insectos
La planta del romero es muy resistente a los insectos y otros parásitos, aunque el exceso de humedad puede provocar la aparición y proliferación de hongos, que se presentan en forma de un polvo blanquecino.
En este caso puedes aplicar un poco de aceite de neem, que es excelente contra hongos e insectos.
6. Poda
Un aspecto que muchas veces se subestima cuando se habla de cuidados de las plantas de romero es la poda. Cada año se deben eliminar las ramas más débiles, una mínima poda es suficiente para garantizar a la planta el espacio que necesita.
Si se cuida adecuadamente, la planta de romero pronto se convertirá en un arbusto y puede durar muchos años.