Según la botánica, el tomate es una fruta, pero en el ámbito culinario se utiliza como verdura. Sus curvas y su rojo brillante pueden ser muy difíciles de conseguir si no se hace bien. Como con cualquier cultivo, hay que conocer el suelo en el que se quiere cultivar. Una vez hecho esto, hay que conocer las necesidades. Para el tomate, una buena ubicación es importante, pero también lo es el riego y la adición de abono.
Sin embargo, esto se hace de forma bastante diferente a lo habitual. Así que hay que seguir algunas reglas. Puedes confiar el crecimiento de tus bolas rojas a un cultivador profesional que venga de vez en cuando, o hacerlo tú mismo. Si lo haces tú mismo, tienes que saber cómo cultivar tomates bonitos, pero también qué distintos abonos naturales puedes utilizar.
¿Cómo se consiguen unos tomates deliciosos y jugosos?
Todo depende de cómo podes el follaje, pero también de cuánta agua riegues cada vez y con qué frecuencia.
El tamaño
Debe depender de la variedad de tus tomates. Por si no lo sabes: Existen distintas variedades de tomates:
redondos
alargados
cerezas...
Dependiendo de lo que tenga delante, no tiene por qué producir el mismo tamaño. Por ejemplo, las plantas de crecimiento indeterminado no necesitan poda. Si tienes que podar, asegúrate de eliminar todos los brotes y las hojas demasiado crecidas. Acuérdate también de podar las ramas para evitar que aparezcan flores.
Riego
No olvide hacerlo con frecuencia, ya que sus tomates no deben quedarse sin agua. Sin embargo, el follaje no debe regarse en ningún caso. El agua sólo debe tocar el tallo. Si mojas el follaje, corres el riesgo de que se formen hongos, lo que provocará la muerte de tus plantas.
Frecuencia de riego
Cambia a medida que crece la planta. Al principio hay que regar mucho, después de cierto tiempo el riego debe ser menos frecuente. Ten mucho cuidado durante esta fase de riego para que tus tomates no se ahoguen ni pasen sed.
Por lo tanto, pregunte al comprar para conocer la variedad y determinar así el ciclo de crecimiento.
Abonos naturales que puedes añadir a la base de tus tomates.
Hay una gran variedad de abonos que puedes utilizar, pero aquí te presentamos sólo 7.
abonar
Es perfecto antes de empezar a plantar. Prepara la tierra aportándole los nutrientes esenciales para el crecimiento de las pequeñas plantas.
Compost
Seguro que lo conoces o has oído hablar de él. Puedes añadirlo o hacerlo tú mismo. Lo único que tienes que hacer es mezclar todos los restos de comida. Una vez preparada la tierra y listo para plantar, añade el compost.
Estiércol de ortiga
Es uno de los abonos verdes más conocidos, ya que es fácil de elaborar y muy eficaz. Es rico en nitrógeno. Para prepararlo, se necesitan hojas de ortiga, que se remojan en agua. Sabrás que tu mezcla está lista cuando ya no veas burbujas. Si tienes otras malas hierbas como la consuelda, también puedes utilizarla en el abono.
Cáscaras de huevo
Tienes la costumbre de tirarlas después de romperlas, y bueno, estás cometiendo un gran error si tienes un huerto. Las cáscaras de huevo son ricas en calcio. Puedes hacer un polvo con las cáscaras para mezclarlo con la tierra.
Cenizas de madera
Son ricas en potasio y fósforo . Recoge las cenizas y espera a que llueva fuerte. La lluvia permitirá que penetren bien en el suelo.
Posos de café
Este polvo de color tierra es rico en nitrógeno. Aumenta la concentración ácida del suelo . Esto puede ser muy útil para la calidad de sus tomates.
Bicarbonato sódico
Puede que te sorprenda, pero es un ingrediente muy rico en calcio y, al igual que los posos de café, ayuda a aumentar la acidez de tu suelo.