El anís es una planta popular que se puede utilizar en la cocina, en bebidas a base de hierbas e incluso como cura natural para una variedad de enfermedades debido a su sabor único a regaliz y sus semillas aromáticas. Cultivar anís en casa es increíblemente satisfactorio, aunque se puede encontrar fácilmente en las tiendas de comestibles. Con la ayuda de contenedores, lo guiaremos a través del proceso de cultivar anís desde la semilla hasta la especia en la comodidad de su hogar.
¿Razones para plantar anís en casa?
Un huerto casero de anís tiene varios beneficios.
Frescura: En comparación con los tipos comprados en la tienda, el anís de cosecha propia tiene mejor sabor y aroma.
Accesibilidad: Tener anís a mano en casa te ahorra la molestia de tener que comprarlo en una tienda y te permite usarlo cuando lo necesites.
Beneficios para la salud: El anís es conocido por sus cualidades terapéuticas, que incluyen aliviar la tos, facilitar la digestión y fomentar la relajación.
Experiencia de aprendizaje: Plantar anís ofrece una forma práctica de aprender sobre herboristería y cultivo de plantas.
Comenzando
Se necesitan los siguientes suministros para comenzar a cultivar anís en casa:
Semillas de anís: recopile las semillas de plantas de anís completamente desarrolladas o compre semillas de primera calidad de un proveedor confiable.
Contenedores: Use macetas o jardineras que tengan al menos 12 pulgadas de profundidad y tengan suficientes orificios de drenaje.
Mezcla para macetas: Para suministrar nutrientes vitales, use una mezcla para macetas que drene bien y tenga materia orgánica adicional.
Regadera: Para mantener un contenido de humedad constante en el suelo sin encharcarlo.
Luz solar: busque un lugar que reciba al menos de 6 a 8 horas de luz solar directa cada día.
Guía completa
Para cultivar anís en macetas en casa sigue estos pasos:
Llene los recipientes con mezcla para macetas, dejando un espacio de aproximadamente una pulgada desde el borde. Para evitar el encharcamiento, asegúrese de que los contenedores tengan orificios de drenaje.
Plantar las semillas: usando un espacio de 6 pulgadas entre cada semilla, esparza uniformemente las semillas de anís sobre la superficie de la mezcla para macetas. Después de presionar ligeramente las semillas en el suelo, espolvorea un poco de mezcla para macetas sobre ellas.
Riego: Para garantizar una hidratación uniforme después de la plantación, riegue abundantemente el suelo. Durante la temporada de crecimiento, mantenga la tierra regularmente húmeda pero no empapada.
Temperatura y luz solar: Coloque los contenedores en un área luminosa y con mucha luz solar. Las plantas de anís crecen mejor a pleno sol y prefieren temperaturas suaves entre 65°F y 75°F (18°C y 24°C).
Aclareo de plántulas: Para garantizar un espaciamiento adecuado, aclare las plántulas tan pronto como emerjan. Se debe permitir que crezcan las plántulas más fuertes; eliminar los menores.
Fertilización: para suministrar los nutrientes necesarios para un crecimiento saludable, aplique un fertilizante equilibrado al suelo cada cuatro a seis semanas.
Mantenimiento: Esté atento a cualquier indicio de plagas o enfermedades en las plantas y tome las medidas necesarias para controlarlas. Mantenga un contenido de humedad constante en el suelo y, si es necesario, proporcione soporte para plantas más altas.
Cosecha: Las plantas de anís tardan entre 120 y 150 días en alcanzar la madurez. Cuando las semillas comiencen a ponerse marrones y a oler aromáticas, coséchalas. Antes de poner las cabezas de las semillas en un recipiente hermético, córtelas de la planta y déjelas secar en un lugar cálido y bien ventilado.
Consejos para el éxito
de la poda: Para fomentar un crecimiento más frondoso y un mejor flujo de aire alrededor de las plantas, se deben recortar periódicamente las hojas de las plantas de anís.
Plantar plantas complementarias: para atraer insectos útiles y protegerse de las plagas, plante anís entre otras hierbas como cilantro, eneldo y albahaca.
Tamaño del contenedor: Seleccione contenedores que ofrezcan suficiente espacio para el crecimiento y puedan contener las raíces de plantas maduras de anís.
Una experiencia agradable, cultivar anís en contenedores en casa te permite aprovechar el sabor y la frescura de esta hierba adaptable durante todo el año. Puede cultivar plantas de anís fuertes y recolectar semillas aromáticas para mejorar sus medicinas a base de hierbas y creaciones culinarias siguiendo estas sencillas instrucciones. Entonces, ¿por qué no empezar a producir anís desde la semilla hasta convertirlo en especia ahora mismo?