Una técnica muy antigua para cultivar un huerto y tener muchos tomates disponibles, sin tener que comprarlos más.
El tomate es un auténtico rey de la mesa, siempre presente en verano pero también en invierno en las salsas que acompañan a las pastas y platos tradicionales. Para quienes quieran cultivarlas en el jardín, existe esta técnica milenaria que permite tenerlas en grandes cantidades. Los expertos revelan el secreto : hasta el huerto más pequeño podrá acoger este cultivo tan querido por todos, de color rojo vivo. ¿Aclaramos la técnica?
Cultivo de tomates en el jardín: consejos de expertos
Para el cultivo de tomates, en primer lugar, partimos de la semilla que colocaremos en un tarro con agujeros en la base. Este es el primer paso para obtener las primeras plántulas, en cada frasco puedes colocar aproximadamente 4 semillas de tomate. Luego conviene colocar los frascos en un lugar cerrado y soleado (mejor aún si es al final del invierno).
Durante los primeros días de primavera podrás ver los primeros brotes que darán espacio a las robustas plántulas. El viverista suele seleccionar las fuertes y desarrolladas, y luego procede a trasplantarlas a su jardín. La posición ideal es un lugar no expuesto al sol directo y sin variaciones importantes de temperatura durante la noche.
Una vez que las plantas estén listas para colocarlas en el jardín, es hora de ajustar el suelo. Es importante buscar asesoramiento de expertos , para que el suelo tenga la nutrición adecuada.
No sólo eso, se debe mantener una temperatura correcta alrededor de las raíces, quizás con un mantillo elaborado únicamente con materiales naturales. Cada acción es importante para proteger el cultivo no sólo de bacterias y hongos, sino también de peligrosas variaciones de temperatura.
La técnica para tener muchos tomates disponibles
Teniendo en cuenta que la mayoría de los tomates son trepadores, el método de los expertos para obtener una buena cosecha es el de los guardianes. Esto te permite darles una estructura para trepar, así como recibir la luz adecuada para su crecimiento sin que queden adheridos a la humedad del suelo.
Quienes cultivan tomates muchas veces descuidan el paso de las estacas, no se cuida el poste y en consecuencia el cultivo no es el mejor. La estructura inadecuada y inestable no permite una excelente cantidad de tomates sino sólo una planta sin su fruto.
Otro error es colocar el soporte después de que las plantas hayan echado raíces. Es un riesgo importante e inútil, precisamente porque daña la verdura y su crecimiento.
La estructura de soporte correcta sin duda es de madera o silicona, para que el tomate pueda trepar sin problemas. La elección de la estructura es importante para el futuro de la planta, adaptándola también al tipo de tomate que quieras cultivar. El desarrollo en altura es crucial, recordando que cuanto mejor sea la estructura, más tomates podrán crecer.