Hay varias formas de hacer que una orquídea sea exuberante, pero el método del que hablaremos es sin duda el más efectivo de todos.
Las orquídeas son una presencia botánica omnipresente en los hogares de todo el mundo. Su elegancia discreta ofrece un complemento sencillo para cualquier diseño de decoración de interiores, a la vez que aporta un toque verde que anima el ambiente.
Incluso los jardineros novatos se sienten atraídos por las orquídeas, asumiendo que su apariencia simple denota un mantenimiento fácil.
A menudo utilizadas como obsequio en diversas ocasiones, estas plantas pueden requerir más cuidados de los que parecen.
Para que se mantengan en buen estado, el uso de cáscaras de huevo puede ser un recurso útil. Veamos más de cerca cómo cuidar adecuadamente estas plántulas.
Cáscaras de huevo para cuidar las orquídeas
No hace falta decir que el término “orquídea” es un nombre amplio que incluye una variedad de flores hermosas. Entre ellas, la Paphiopedilum merece una mención especial.
Esta variedad es especialmente conocida por su hermoso follaje y normalmente produce una o dos flores grandes y duraderas en una variedad de colores.
La vida de una flor puede crecer o acortarse según su elección. En condiciones favorables, pueden florecer hasta dos meses.
El riego adecuado es clave y, si bien estas plantas no requieren luz excesiva , el riego constante es clave.
En invierno hay que plantearse reducir el mantenimiento, mientras que en verano, con temperaturas más elevadas, es fundamental mantener una alta rutina de cuidados .
Las cáscaras de huevo pueden ser un elemento innovador para los amantes de las orquídeas, ya que estas suelen ser exigentes con los sustratos ácidos , y aquí es donde las cáscaras de huevo resultan útiles.
Por ello, evita tirar las cáscaras de huevo usadas, ya que son una excelente fuente de calcio y pueden ayudar a neutralizar la acidez.
Simplemente muele las cáscaras hasta obtener un polvo fino y añade siete gramos por litro de sustrato para garantizar un crecimiento óptimo de la orquídea.
Cómo hacer fertilizante para tu orquídea
Un método consiste en reciclar cáscaras de huevo como fertilizantes naturales, desmenuzándolas y esparciéndolas debajo de las plantas.
A medida que se disuelvan gradualmente, el suelo se llenará de calcio, lo que es beneficioso para el crecimiento de las plantas.
Para repeler las babosas que son una molestia para la planta, se pueden espolvorear cáscaras de huevo trituradas alrededor de la base de la orquídea.
Otra opción es secar las cáscaras de huevo al aire y luego molerlas hasta obtener un polvo fino.
Esta variación del fertilizante de cáscara de huevo se puede rociar directamente alrededor de las orquídeas o agregar al suelo al plantar.
Su eficacia es especialmente pronunciada cuando se trata de plantas en maceta.
Otro método alternativo para obtener fertilizante a partir de cáscaras de huevo es crear una solución adecuada para regar nuestras plantas.
Para ello, vierte agua hirviendo sobre las cáscaras de huevo y deja reposar la mezcla, revolviendo de vez en cuando, durante aproximadamente una hora.
Una vez que las cáscaras de huevo se hayan derretido, se prepara el fertilizante líquido para su uso. Antes de la aplicación, se recomienda agitar la solución para asegurar una correcta mezcla.
Para obtener mejores resultados, aplique fertilizante de cáscara de huevo directamente al suelo alrededor de la planta o rocíe la mezcla resultante sobre sus orquídeas.