El plátano es una planta ornamental , no demasiado complicada de cultivar pero que sin embargo requiere algunas precauciones que permitirán un crecimiento sano y robusto. En este artículo te mostraremos cómo cultivar una pequeña planta de plátano a partir de los desechos de su propia fruta.

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Lo primero que tendrás que hacer es conseguir unos plátanos muy maduros, de esta manera tendrás muchas más posibilidades de que contengan semillas listas para generar nuevas plantas de plátano. En concreto, si el plátano tiene grietas por exceso de madurez, entonces hemos dado en el blanco, porque es señal de que habrá semillas en su interior.

Una vez que hayamos elegido el fruto más maduro debemos seleccionar esos pequeños puntos negros que hay en su interior, que no son más que las semillas para que la planta germine . Extraer las semillas del plátano maduro es muy sencillo, todo lo que necesitas hacer es equiparte con una cucharadita y literalmente sacar la pulpa. Retirar una tira que contenga la mayor cantidad de semillas posible y colocar todo en un colador dejando salir el exceso de pulpa.

Posteriormente tendrás que conseguir una buena cantidad de turba, arena de lava o incluso arena normal y arcilla expandida. Tome un jarrón y cree una base con una primera capa de arcilla expandida, luego inserte los demás componentes para llenar el jarrón. Cogemos el colador con las semillas y las colocamos con ayuda de una cucharadita por toda la superficie, y presionamos ligeramente con los dedos para cubrirlas.

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Una vez realizada esta operación, nebulizamos con un vaporizador para dejar bien húmeda la tierra. Finalmente cogemos una bolsa de plástico y colocamos el tarro en su interior, cerrando todo herméticamente. Déjalo cerrado hasta que el microclima creado por la bolsa haga germinar tus semillas, cuando emerjan del suelo trasplántalas en un solo recipiente