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La hiedra es una maleza y una planta parásita. Puede crecer en el cuerpo de otras plantas pero también en superficies más difíciles y materiales muy poco naturales. Se encuentra en la ciudad en las paredes de edificios, palacios y casas.
Crece pacíficamente en jardines poco cultivados y bien cuidados y en cualquier entorno que le permita trepar tranquilamente sobre algún soporte. El significado de hiedra está asociado a la abundancia, la resistencia y la fuerza.
Hiedra: la planta de la fuerza y la resistencia. como cultivarlo
La hiedra se expande por todas partes, en los troncos de los árboles, en los tallos de otras plantas, en las paredes, en las pérgolas , pero también en los jardines y patios, en las zonas y rincones más sombreados. Esta weed tiene un aspecto inconfundible: las hojas tienen una forma particular y reconocible, en forma de corazón, y de un color verde intenso.
El color de las hojas varía del verde más claro al más oscuro según la cantidad de sol que llega a la planta. Esta planta trepadora, dada su proverbial tenacidad y facilidad de difusión, es considerada símbolo de resistencia, abundancia y fuerza. Hoy en día también se utiliza con fines ornamentales para embellecer espacios exteriores.
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Una solución muy popular es subirlo a la barandilla de tu balcón, pero también puedes utilizarlo como muro natural para dividir tu jardín del de tus vecinos, por ejemplo. Pocas personas saben que la hiedra también produce hermosas flores. Así es: ¡ la hiedra florece ! Descubramos cómo ayudarla con la ardua tarea.
La hiedra, ya sea colgada o trepadora, muestra una marcada resistencia. Pero ¿ cuándo florece ? ¿Y cómo podemos ayudar a que produzca una buena floración? El periodo de floración de la hiedra es a finales de otoño , cuando bajan las temperaturas, llega el frío y la humedad se extiende por el aire.
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Es una de las últimas plantas en florecer y por ello es un recurso importante para insectos y abejas. La flor de hiedra parece una versión más pequeña del clásico cabezal de ducha. Los colores en los que se presenta son verde claro, amarillo pálido y blanco y a medida que pasa el tiempo pasa a la etapa de baya en invierno.
En invierno, sin embargo, hay que prestar la máxima atención a estas pequeñas bolas oscuras: de hecho, son tóxicas tanto para los humanos como para los animales. Si tienes un ejemplar, asegúrate de que perciba el descenso de temperaturas típico del otoño y asegúrate de mantenerlo en un lugar oscuro y alejado de lugares con calefacción artificial (al aire libre estará bien).