El árbol de jade es una de las plantas más resistentes. Se distingue por sus magníficas hojas carnosas de color verde oscuro.

Pero incluso si esta planta está aparentemente sana, de repente puede empezar a perder sus hermosas hojas en abundancia y acabar conservando sólo unas pocas. Esto significa que tu planta se está muriendo.

¿Por qué tu árbol de jade está perdiendo tantas hojas inesperadamente? Aquí hay algunas razones.

Demasiada agua
Como planta suculenta, el árbol de jade no necesita mucha agua. Sólo hay que regarla en el momento adecuado y en cantidad suficiente. El árbol de Jade almacena agua en sus hojas. Cuando hay demasiada agua, la hoja se hincha y se ablanda y luego se cae de la planta.

Un árbol de jade que recibe demasiada agua también es muy susceptible al mildiú y a las infecciones por hongos. Estos pueden infectar hojas y tallos, e incluso provocar la pudrición de las raíces.

Planta infectada
La caída de las hojas puede ser un signo de una posible infección. Deja de regar y revisa las raíces de tu planta sacándola de la maceta. Si están podridos es imprescindible podarlos y trasplantarlos. Pero antes aplica un producto fungicida en las raíces y sécalas bien durante unos días.

Baja temperatura
Aunque el árbol de jade es una planta resistente, crece bien si se coloca en un lugar con una temperatura entre 18 y 20 grados centígrados. Si la planta se expone a corrientes de aire especialmente frías en invierno, el follaje puede verse afectado. Cuando la temperatura exterior desciende por debajo de los 10 grados, el árbol de jade no puede soportar el frío y puede perder sus hojas.

Quemaduras de sol
Cuando los rayos del sol son demasiado fuertes, las hojas de tu planta pueden quemarse. El árbol de jade primero pierde las hojas dañadas. Las hojas, además de mostrar manchas, empiezan a tomar un color más oscuro.

El árbol de jade no tolera la luz solar directa durante largas horas en verano. Durante este período, controle de cerca el nivel de humedad de la planta, ya que necesita riego regular.

Fenómeno natural
Es natural que las hojas viejas caigan y mueran.