Cuando una planta pierde sus hojas, puede ser una mala señal. No hay de qué preocuparse si son solo unas pocas hojas. En cambio, la situación es grave si las hojas caen poco a poco. Hoy vamos a hablar del limonero, una planta muy común en nuestra comarca. Una planta que produce frutos jugosos y deliciosos.

Todos sabemos que el limón es una planta propensa a sufrir invasiones de parásitos y enfermedades como el oídio o la cochinilla algodonosa. Sin embargo, no siempre son responsables de los daños a la planta. ¡Con este artículo descubramos las causas del deterioro de tu limonero y las soluciones para repararlas!

Suaviza la tierra
Tu limonero puede perder fácilmente sus hojas si lo riegas mucho. Lo que hay que hacer es quitar la tierra dura y compactada con una herramienta específica. Una vez eliminada la tierra dura, agregue tierra fertilizada con ceniza y café molido. Así suavizarás la tierra para que la planta se recupere más rápidamente.

Protege la maceta
Si tu planta empieza a perder sus hojas después de un día de sol persistente es porque la maceta se está calentando y aportando demasiado calor a las raíces. Para remediar este problema, protege la maceta de tu planta con un paño de algodón blanco o cúbrela con juncos. Luego coloca la maceta en otra más grande. Luego llena el espacio entre las 2 macetas con un material aislante como arcilla. Esto protegerá a la planta del calor y el frío del invierno.

Cuidado con el frío
Durante los meses de invierno suele haber cambios de temperatura. El limonero no tolera estos cambios bruscos de temperatura y climas duros. A menos de 10 metros, esta planta comienza a perder sus hojas.

Si tu limonero está en maceta, puedes trasladarlo a un espacio cerrado. En cambio, si crece en el suelo, podrás cuidarla fácilmente. Para ello, puedes proteger la planta del frío creando una especie de invernadero con una lámina de plástico transparente.

Se eligió el plástico en lugar de la tela no tejida porque es más resistente a las heladas. Además, es posible colocar velas en este espacio protegido para calentar la planta y que no pierda sus hojas.