Aunque quieras un jardín bonito y bien cuidado, recuerda que las malas hierbas crecen constantemente y en casi todas partes. Por eso es necesario erradicar algunos de ellos, que son muy invasivos.
La mayoría de los jardines están invadidos por todo tipo de malas hierbas. Incluso si no tienes habilidad para la jardinería, debes conocer este tipo de malezas y deshacerte de ellas de la manera correcta. Aprenderás cómo hacerlo aquí.
Jardines: las malas hierbas crecen y se multiplican de forma invasiva
¡Qué lindo es tener un jardín que embellezca tu hogar! Ya sea grande o pequeño, es un verdadero paraíso, lleno de colores y aromas.
Sin embargo, las malas hierbas pueden arruinar tus espacios verdes al dañar tus plantas y flores. Ya sea cardo mariano o diente de león, es necesario controlar su crecimiento y eliminarlos de inmediato.
Los jardineros consideran que estas malezas son plantas molestas en jardines y patios debido a su rápida proliferación. Además, si se ingieren ponen en peligro la salud de los niños y las mascotas.
Malezas en el jardín: ¿Qué se puede hacer contra esta especie en particular?
Existen diferentes tipos de malas hierbas, desde las más invasivas hasta las más peligrosas. La verdolaga es una planta que suele crecer en jardines y huertas. Es una buena hierba que tiene muchas propiedades positivas para el cuerpo humano.
Quizás no sepas que las hojas de esta planta tienen un alto contenido en ácidos grasos omega-3, esenciales para combatir enfermedades inflamatorias y cardiovasculares. Además, este elemento mejora la circulación sanguínea y reduce los niveles de colesterol malo.
Por poner un ejemplo práctico, debes saber que 100 gramos de hojas de verdolaga contienen 350 mg de ácidos grasos omega-3. Sin olvidar su riqueza en vitaminas A – B – C – E y betacaroteno. Así que, si la ves en tu jardín, no la saques.
En resumen, no todas las malas hierbas son malas. La verdolaga es una excelente maleza. Es comestible y conocido desde hace siglos por sus propiedades medicinales. En la medicina tradicional se utilizaba para aliviar el picor provocado por picaduras de insectos y para tratar enfermedades intestinales. La verdolaga se come cruda o en ensaladas y sopas.