Los jardineros expertos en jardinería saben que el suelo es la base absoluta de las plantas. Pero cómo darle los nutrientes que de otra manera no recibe es lo que aquí te mostramos con este consejo fácil pero especial.

Para ello necesitarás:
1 maceta
Tierra para plantas
1 huevo crudo
En primer lugar, necesitas un lugar donde quieras colocar tu planta. Dependiendo del tipo de plántula, puede estar a pleno sol o media sombra. Luego plantarás un huevo allí. Sí, lo entendiste bien.

Desde hace mucho tiempo se sabe que lo que hay de nutritivo en el huevo puede ser bueno para las plantas. La cáscara contiene piedra caliza y puede usarse como fertilizante, el contenido del huevo contiene mucho calcio. Esto asegura el crecimiento adecuado de las plantas y ayuda a evitar que sus raíces se dañen.

Ahora coge una maceta y llénala con unos 5 cm de tierra. Coloca un huevo en el medio de la olla. Luego cubre el huevo con tierra. Cuando este se descompone, actúa como fertilizante natural para la planta. Al colocar el huevo entero en la olla, sus nutrientes se liberan durante un largo período de tiempo.

Consejo: muchos jardineros aficionados no sólo utilizan huevos, sino también plátanos como fertilizante natural. ¡Así que pruébalo!

Dependiendo de la planta a cultivar, la siembra se realiza según las instrucciones del envase.

Espere a que aparezca algo. En la mayoría de los casos tendrás que esperar un poco, pero cuando las plantas aparezcan en la superficie estarán completamente sanas.

Para este consejo, también puedes utilizar huevos viejos que ya hayan pasado su fecha de caducidad. Esto evita el desperdicio y los preciados huevos de gallina se pueden utilizar hasta el final. ¡Intentalo!