¿Su sueño siempre ha sido poder crear un huerto lo más sostenible y verde posible y, sobre todo, atento a las necesidades del medio ambiente? Pues bien, a partir de hoy esto puede que ya no sea un problema o una tarea imposible sino más bien un juego de niños: basta con recurrir a los llamados fertilizantes naturales.
Cuando hablamos de fertilizantes naturales nos referimos, en pocas palabras, a los que podrían ser posibles desperdicios de comida o residuos que tenemos por casa , que muchas veces tendemos a subestimar pero que en realidad son muy útiles. Aquí, pues, tienes los tres mejores para nuestras plantas.
Green Thumbs, los tres mejores fertilizantes naturales
En primer lugar de los mejores fertilizantes naturales que, con un poco de práctica y sobre todo hábito, se convertirán en un verdadero « nunca más sin » en tus jardines y en tu vida de jardinero, no podemos dejar de mencionar las cáscaras de frutas de temporada . De hecho, la creación de té de compost a partir de estas cáscaras está cada vez más extendida: no sólo una forma práctica e inteligente de crear un huerto ecosostenible, sino también eficaz para evitar posibles y lamentablemente cada vez más extendidos desperdicios de alimentos . En concreto, se trata de una solución concentrada de nutrientes naturales, muy útil tanto para regar las plantas como para favorecer su crecimiento.
Todo lo que necesitas son las cáscaras de frutas de temporada , como sandía, manzanas, melocotones y más, un balde grande, un poco de agua, una regadera y un paño de algodón . Es importante asegurarse de que los peelings no tengan residuos de suciedad, pesticidas o incluso sustancias químicas, porque entonces todo tu esfuerzo sería simplemente en vano. Colóquelas en un balde con agua sin cloro y déjelas en remojo por un período que oscila entre veinticuatro y cuarenta y ocho horas: en este punto filtre con un paño de algodón y separe las cáscaras del líquido .
En segundo lugar entre los fertilizantes naturales que no te pueden faltar si estás intentando que tu jardín dé un salto de calidad importante, encontramos también las pieles de patata: muy útiles también para nutrir tus plantas gracias a que son ricas en potasio, pero también respecto a la fase de floración y desarrollo del fruto. Para poder realizar este procedimiento basta con conservar las pieles de las patatas después de pelarlas: ojo, eso sí, asegúrate siempre de que no hayan sido afectadas por tratamientos con pesticidas. Proceder, en este punto, a esparcir las cáscaras en una bandeja para secarlas, finalmente introducirlas en un balde con agua y dejar en remojo durante al menos veinticuatro horas.