Seguramente lo habrás visto como ingrediente en diversas recetas y cócteles o como ingrediente de algunos cosméticos.
Hablamos del anís común o anís verde, cuyo nombre técnico es Pimp innella anisum. Esta planta pertenece a la familia de las Umbelíferas y hasta la fecha su origen aún es incierto.
Se cree que proviene de Asia, pero hasta la fecha aún no se sabe con seguridad su lugar de origen. Lo que sí sabemos es que hoy en día está muy extendida en la mayor parte de Europa y además es muy sencillo cultivarla.
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Generalmente la siembra se realiza alrededor de marzo, cuando se acerca la primavera. Para sembrarlo, primero debes elegir el lugar adecuado, que debe estar al sol y donde será posible cavar profundamente.
De hecho, el anís común debe sembrarse a unos 20 cm de profundidad, quizás añadiendo abono o estiércol al suelo.
Los primeros brotes brotarán a principios de mayo y darán vida a nuevas flores y semillas de anís que podrán recogerse a finales del verano, en torno a julio-agosto.
Propiedades beneficiosas del anís común.
Además de ser una planta muy bonita, la Pampinnella Anisum es una planta con mil propiedades beneficiosas para nuestro organismo.
Sus beneficios han demostrado ser tan efectivos que hoy en día muchos médicos prescriben anís común para determinadas dolencias.
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De hecho, esta planta es muy adecuada para quienes sufren problemas de digestión y necesitan ayuda adicional para hacer la digestión después de una comida abundante.
Para quienes padecen trastornos nerviosos, el anís común es el aliado perfecto gracias a su acción antiespasmódica.
En lugar de tomar medicamentos fuertes para reducir los espasmos gastrointestinales o respiratorios, al usar esta planta obtendrás efectos similares sin efectos secundarios.
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Además de ser sumamente beneficioso para nuestro organismo, el anís común también se utiliza en la cocina, lo que lo convierte en el ingrediente perfecto para multitud de recetas. Por ejemplo para hacer deliciosas galletas de anís o más simplemente para crear un licor.