La barba de Júpiter es de hoja perenne y puede considerarse en todos los aspectos una planta suculenta . De hecho, consigue acostumbrarse a diferentes entornos, incluso a los más adversos, sin dejar de dar la mejor floración. Arroja poca humedad y la retiene para su supervivencia. Por eso colocarlo en el jardín, en el balcón o incluso en la casa representa una elección segura y duradera.
Se puede tomar directamente de la naturaleza o adquirir en viveros ya en macetas. A pesar de su resistencia, conviene recordar que la Barba de Júpiter es una planta suculenta y por ello necesita varias horas de luz y sol al día , por lo que es importante su exposición, evitando corrientes frías y heladas también durante el invierno. como riegos frecuentes que podrían incluso provocar su muerte. En verano son suficientes 3-4 al mes, reduciendo aún más la intensidad en el resto de meses.
Por otro lado, la Barba de Júpiter necesita una fertilización constante que le permita afrontar correctamente el verano y florecer exuberantemente. Es preferible utilizar un fertilizante líquido diluido en agua y utilizado hasta finales de primavera, interrumpido durante la estación cálida y reanudado en otoño. A través de estas pequeñas pero necesarias precauciones, la planta crece rápidamente y es necesario trasplantarla de una temporada a otra.