En la cocina a todos nos encanta darle un toque extra de sabor añadiendo una de las diferentes especias al plato. El cilantro es uno de ellos, se utiliza mucho en los países del este y luego se extendió con el tiempo también a Europa. Pertenece a la familia Apiaceae, a la que también pertenecen el perejil, el anís verde y el hinojo. Es una planta herbácea anual, las hojas pueden diversificarse y estar enteras con los márgenes incisos o divididas en 3 hojas dentadas en forma de abanico , como en la foto. El olor es muy intenso, y es el añadido que debemos utilizar no sólo en la cocina, sino también en nuestro huerto casero . Averigüemos cómo cultivarlo.

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El método eficaz que lleva el cilantro a tu balcón

perejil chino
Cilantro real – Pixabay

El huerto casero es la mejor solución para tener siempre productos frescos y naturales a un paso de la cocina. No es necesario un jardín, pero existen muchas soluciones para quienes quieran cultivar este hobby en espacios limitados.

Algunas verduras, así como las especias, también se pueden cultivar en macetas, siguiendo las técnicas adecuadas. El cilantro es uno de los productos que puedes obtener fácilmente con unos sencillos pasos.

Es una planta que no mide más de 70 centímetros, tiene una raíz principal y un tallo liso. El fruto, que recuerda a una esfera, es de color amarillento y gracias a este último se obtiene la especia.

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El primer paso para poder cultivarlo es ante todo obtener semillas de cilantro de buena calidad . Para favorecer la germinación es recomendable dividirlas por la mitad.

Tenga cuidado de no molerlos hasta convertirlos en polvo, sino haga un corte simple para dividirlos. Luego pon un colador en un recipiente y agrega un poco de agua limpia.

Agrega media cucharadita de cualquier fertilizante mineral al agua. Es importante que el colador esté colocado de manera que toque ligeramente el agua.

Ahora puedes espolvorear las semillas en el colador, poner solo 1/3 de la cantidad total de semillas y agregarlas gradualmente cada cinco a siete días.

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Esto prolongará el crecimiento y de esta forma obtendrás una cosecha abundante y duradera. Una vez finalizado este procedimiento, es hora de que te ocupes de él.

Mantenga siempre las semillas húmedas, intente colocarles una servilleta húmeda y manténgala húmeda regularmente rociándolas con agua.

Una vez que aparezcan los pequeños brotes, podrás retirarlo. Coloque el recipiente de manera que esté en un lugar cálido y luminoso. Sin embargo, evite colocarlo bajo la luz solar directa.

Pasados ​​los 40 días se debe cambiar el agua con el abono cada dos semanas. El resultado final debería requerir realizar este paso tres o cuatro veces, todo depende del uso que le des al cilantro y por tanto de su cosecha.