El aloe vera es una planta hermosa a la vista pero sobre todo rica en propiedades. Su gel es calmante y refrescante, un verdadero aliado no solo de la belleza sino también del bienestar. Para aprovechar todos sus beneficios, es mejor tenerlo siempre a mano, en lugar de comprar cremas y ungüentos. Veamos  cómo cultivar aloe vera en casa  .

Aloe vera: cosas que debes saber

El aloe vera es fácil de cultivar pero hay que prestar atención a una serie de aspectos fundamentales.

Es originaria de África, necesita mucha luz directa y un clima cálido y seco. Prefiere temperaturas entre 18 y 30 grados, por lo que en invierno es mejor colocarlo en lugares resguardados. Esto se debe a que el agua de las hojas se congelaría y la planta sufriría un choque térmico, provocando su muerte inmediata.

El aloe vera debe estar en el suelo, pero también está bien en una maceta muy grande, en la que colocar una capa de grava de al menos 2 o 3 centímetros para permitir que absorba el exceso de agua y no corra el riesgo de que se pudran las raíces.

No necesita riego frecuente, de hecho una vez cada 15 días es suficiente, porque si por un lado no teme la sequía, por otro podría pudrirse por exceso de agua y estancamiento.

gel de aloe vera

Antes de utilizar el gel de aloe vera de tu planta, es bueno saber que para extraerlo, la planta debe tener al menos 3 años.

Para obtenerlo, solo hay que cortar una hoja por la parte inferior y luego grabarla siguiendo el contorno. Cortarla en un punto y dejar que salga el gel, o cortar la hoja en dos para sacar todo el contenido con una cuchara. Luego, el gel se puede conservar en el refrigerador en un frasco de vidrio bien cerrado durante aproximadamente dos semanas.

8 formas de utilizar el gel de aloe vera

El gel contiene aloína, una sustancia con efectos laxantes.

Al tomar el gel es posible que quede una parte amarillenta, que hay que eliminar si queremos beber el jugo de aloe. Al contrario, no es necesario.

A continuación te mostramos las 8 formas de utilizar mejor el gel de aloe vera.

  1. Mascarilla capilar: se aplica antes del champú y se deja actuar durante 15-30 minutos antes de enjuagar para conseguir un cabello suave y sedoso. Además, el producto puede ser un sustituto natural válido del gel;
  2. Crema facial: hidratante y ligera, el Aloe Vera puede utilizarse en verano como sustituto de la crema facial y corporal;
  3. Crema anti-quemaduras: indicada para aliviar quemaduras, el Aloe se debe aplicar sobre la piel enrojecida por el sol y en pocos minutos quedará una sensación refrescante y de bienestar;
  4. Crema contra los granitos: el gel es un producto antiinflamatorio y cicatrizante ideal si tienes acné o pequeños granitos. La consistencia transparente permite aplicarlo en cualquier momento del día sin que sea visible;
  5. Mascarilla anticaspa: el antiestético problema puede dar vergüenza, pero con Aloe se soluciona fácilmente. Basta espolvorear el cuero cabelludo con una cucharada de producto, masajearlo mientras se aplica y tras dejarlo actuar unos 30 minutos se puede proceder con el champú;
  6. Antiinflamatorio de las encías: las propiedades antibacterianas y antimicrobianas del gel son el remedio eficaz contra la inflamación de las encías, basta con aplicar y masajear el producto sobre la zona afectada. El aloe también se puede utilizar como enjuague bucal natural. Lo único que tenemos que hacer es diluir una cucharada de gel en un vaso de agua y añadir una pizca de bicarbonato para tener un producto 100% natural;
  7. Antimosquitos: el picor y enrojecimiento derivados de las picaduras de mosquitos pueden resultar molestos, pero para reducir los efectos podemos aplicar el gel completamente natural en la parte afectada;
  8. Desinfectante: higienizarse las manos es importante en muchas ocasiones, para hacerlo con un producto ecológico podemos utilizar gel de Aloe Vera. Si queremos tener un producto perfumado podemos añadir unas gotas de aceite esencial de lavanda o de árbol de té.