¿Cómo propagar una orquídea de forma rápida y sencilla en casa? Simplemente con una cáscara de plátano. Aquí está el procedimiento a seguir.
Estéticamente muy bellas, elegantes y sofisticadas, las orquídeas son probablemente las plantas de interior más sofisticadas. Aunque son plantas minimalistas, sus flores son capaces de colorear y embellecer verdaderamente cualquier ambiente. Su cuidado requiere un poco de atención pero no resulta especialmente difícil. De hecho, es posible propagar esta idea en casa con unos sencillos pasos y con unos pocos ingredientes naturales. Veamos cómo hacerlo.
Cómo propagar una orquídea en casa.
Propagar una orquídea en el interior puede parecer una tarea difícil. En realidad, todo lo que necesitarás es una rama de una orquídea descolorida que puede parecer casi muerta, un plátano pequeño, un poco de canela molida, un diente de ajo, un poco de musgo, una vela, una botella de plástico y un poco de agua. El proceso es sencillo y sólo requiere un poco de tiempo y paciencia para que la orquídea eche raíces.
Primero hay que identificar la rama que se va a cortar. Lo mejor es escoger una ramita sin flores ni brotes . Sepárala del resto de la planta y vuelve a cortar los extremos hasta que puedas ver el verde brillante del interior. De esta ramita partirá nuestra nueva planta de orquídea. En este punto es necesario pelar un diente de ajo y utilizarlo para introducir los extremos de la ramita en el interior. Tendrás que utilizar el diente de ajo para masajear bien los dos lados verdes de la rama. Esto ayudará a evitar la formación de moho u hongos y evitará que la rama se pudra.
Ahora coge una vela y enciéndela. Cuando la cera empiece a fluir, úsala para sellar los extremos de la rama . Puede parecer una práctica que impide que la planta respire o brote, pero en realidad esta técnica ayudará a evitar que nuestra rama pierda agua. Ahora que ya tienes preparada la rama para la propagación, solo queda pasar al procedimiento.
El proceso de propagación
Coge tu plátano pequeño, pélalo y pon tanto la fruta como las cáscaras en una licuadora. Luego añade un litro de agua y licua todo bien . Cuando hayas obtenido una mezcla líquida, equípate con un colador y filtra la sustancia obtenida en un frasco .
Este líquido actuará como activador de la ramita, que se sumergirá completamente durante al menos 20 minutos en un recipiente herméticamente cerrado. Mientras tanto, vierte una cucharadita de canela y un litro de agua hirviendo en otro recipiente. Mezcla bien esta mezcla y deja enfriar.
Una vez que haya alcanzado la temperatura ambiente, procedemos también en este caso a filtrarlo todo bien . La mezcla de agua y canela nos servirá como desinfectante para el musgo en el que colocaremos nuestra futura orquídea. Después sumergimos el musgo en la mezcla y lo dejamos en remojo durante 20 minutos . Una vez pasado el tiempo, lo escurrimos bien y lo dejamos secar sobre papel absorbente.
Ahora solo te queda crear tu invernadero en miniatura donde colocar la ramita de orquídea . Coge una botella de agua grande y córtala un tercio desde la base, dejando una parte unida para poder abrirla y cerrarla.
Coloca algunos guijarros en el fondo de la botella que servirán como desagües para evitar que el agua se estanque. Luego agrega el musgo encima y coloca la ramita de orquídea en forma horizontal encima, mojándola con la misma agua en la que la sumergiste.
Rocía completamente con un poco de agua y cierra el frasco para mantener la humedad. Sigue nebulizando regularmente y al cabo de un par de semanas ya podrás ver los primeros brotes . El consejo es que sigas manteniendo la ramita en el invernadero casero al menos un par de meses , tras los cuales tendrás una planta con raíces lista para ser enterrada en la corteza.