La Corona de Cristo , también conocida como “Espina de Cristo” o “Corona de Espinas” es una planta originaria de zonas tropicales. Con sus hojas pequeñas y frágiles y su tallo espinoso y resistente, esta planta se encuentra entre las llamadas « suculentas » . Precisamente por ello, necesita una cantidad moderada de agua.
Lo que distingue a la Corona de Cristo son sin duda sus flores. Pequeños y redondos, pueden venir en decenas de colores diferentes. Los hay amarillos, rojos y azules, pero sobre todo rosados. La especie más extendida en Europa es la de colores rosa fucsia .
Veamos ahora cómo cuidar la Corona de Cristo, para que viva el mayor tiempo posible.
Corona de Cristo, trucos y secretos para cuidarla
Lo más importante que debes saber si quieres cultivar esta planta es que la cantidad de agua que hay que darle sea realmente moderada. Debes regar la planta de forma consciente y dejar que la tierra se seque entre cada vez. Esto evitará que las raíces se pudran y las hojas se pongan amarillas, se vuelvan frágiles y se caigan.
El otro gran punto es el de la exposición al sol . Esta planta necesita luz directa, por lo que es necesario colocarla en un punto donde tenga al menos 6 horas de luz al día (preferiblemente 8). Por tanto, evita plantarlo demasiado cerca de un árbol o de la pared de la casa.
Recuerda también que la poda es necesaria para todas las plantas. Podar las ramas ayudará a que tu Corona de Cristo crezca sana y fuerte y estimulará la floración. Corte los tallos marchitos o dañados y acorte las ramas largas. Tenga cuidado de no tocar las flores, que deben desarrollarse sin obstáculos.
Protege siempre tu planta del frío. Si la temperatura baja de los 5 grados, cúbrelo con un paño. La Corona de Espinas no es adecuada para lugares donde la temperatura desciende demasiado por debajo del punto de congelación.
Por último, recuerda que la Corona de Espinas es una planta hermosa, pero bastante peligrosa. Manipula los tallos con cuidado, teniendo cuidado de no hacerte daño con las espinas. Utilice guantes protectores al podar y manipular y no se acerque demasiado al cuerpo.
Cuida tu planta. Siguiendo estos sencillos consejos, tu Corona de Cristo crecerá sana y exuberante y, sobre todo, la floración estará asegurada.