Ten cuidado al regar los ciclamen, ya que podrías dañarlos . De hecho, tendemos a descuidar este mantenimiento debido a que el ciclamen es una planta resistente. Realizar riegos para poder nutrirla bien no será un problema.

Sin embargo, no nos engañemos, porque como cualquier planta, el ciclamen requiere atención para que pueda simular su ciclo de vida en la naturaleza. Por tanto, la regla de oro es tener en cuenta las leyes que rigen los ciclos naturales de las flores y asegurarse de respetar el ritmo.

Regar bien el ciclamen: los fundamentos

Generalmente plantados en macetas, los ciclamen son coloridos y aportan cierta energía y vivacidad a nuestro hogar cuando se posan en el balcón . Esta es también la razón principal por la que el ciclamen es amado unánimemente por las personas apasionadas por las plantas.

Sin embargo, debes cuidar bien el ciclamen para preservar sus hermosas flores de colores brillantes. Y esto empieza por conocer las reglas básicas de un riego adecuado. Existen dos métodos correctos de riego para cuidar adecuadamente el ciclamen:

  • El riego por inmersión es el más adoptado por los botánicos. Requiere sumergir la mitad de la maceta en un recipiente durante unas horas . Durante este tiempo, el ciclamen absorberá la cantidad de agua que necesita y el resto lo secará de forma natural.
  • El riego de lluvia consiste en verter agua como lo hace la lluvia mediante una regadera. La idea es mojar las flores y la tierra hasta que salga el agua del fondo . Este método beneficia tanto a las raíces que están bien nutridas como a las flores que están limpias y bien desinfectadas.

Cuidado al regar los ciclamen: por eso podrías dañarlos

Una planta que florece profusamente y es saludable da como resultado un alimento de calidad que en realidad es agua. Por eso, a la hora de regar, es mejor utilizar agua de lluvia o agua desmineralizada y libre de cal. Se recomienda utilizar la segunda opción si vive en una zona especialmente contaminada.

Regar también con agua que no esté demasiado fría , sobre todo cuando el tiempo no es tan templado. El agua debe estar a una temperatura de 18°C ​​y la que se tiene en casa ya puede servir.

Por último, en cuanto al horario de riego, conviene preferir la mañana o la tarde y nunca la tarde . En efecto, la tarde favorece la humedad, que es fuente de enfermedades y favorece el desarrollo de los insectos. Además, los rayos del sol y el agua no son compatibles si en verano se riega la planta por la tarde.