Planta de jardín por excelencia, la margarita tiene el nombre botánico de “Leucanthemum”. Esta planta se puede cultivar en macetas según sus diferentes especies y variedades. Algunas tienen flores pequeñas como Leuchantemum vulgare mientras que otras como Leucanthemum maxim ofrecen flores gigantes y magníficas.

Pero, ¿cuál es la mejor manera de cultivarlas para obtener flores grandes y duraderas que transformarán tu balcón o jardín en un paraíso floral? Aquí tienes los mejores consejos de los expertos.

Quitar las flores secas
Durante el período de floración, que generalmente comienza con los primeros calores de la primavera, las margaritas no producen flores eternas. Cuando las flores se sequen, deberás retirarlas periódicamente a mano. Esto le dará a la planta espacio para producir nuevas flores siempre que las temperaturas se mantengan altas.

Proteger las plantas de la lluvia
En primavera y verano las lluvias son menos frecuentes. Sin embargo, hay que tener cuidado con el mal tiempo. Las flores de las margaritas son muy delicadas y no hace falta mucho para dañarlas. Las fuertes lluvias pueden ablandar las flores o incluso arrancarlas. También aumentan el riesgo de que las raíces se pudran por el agua. Para evitar estos problemas, mueva la planta cuando llueva. Si está plantada en el jardín, protégela con una lona de nailon, que retirarás en cuanto el cielo esté despejado.

Evite que las hojas y las flores se mojen demasiado.
Las margaritas odian el exceso de humedad. Cuando la riegues no lo hagas desde arriba, mojando las hojas y flores. De hecho, el exceso de humedad puede provocar enfermedades fúngicas que se manifiestan como manchas más oscuras en las hojas. Simplemente humedece la tierra, sin excederte.

Fertilizar el suelo
Aunque no es esencial, un buen fertilizante puede favorecer la floración tardía o prolongar el período de floración.

Puedes utilizar un fertilizante granulado de liberación lenta, administrado según las instrucciones del producto. Generalmente esto se debe hacer una vez cada dos meses en primavera y verano. Son los componentes como el hierro y el magnesio contenidos en el fertilizante los que ayudan a la planta durante su período vegetativo.