Las cerezas son una de las frutas más populares del mundo. Dulces y jugosas, se pueden utilizar de mil maneras diferentes. Además de ser deliciosos, son una valiosa fuente de antioxidantes y vitaminas.
El único inconveniente es que su precio suele ser elevado. Por eso, si tienes un huerto o huerto, puedes intentar cultivar un cerezo de la forma más económica posible: a partir del hueso del cerezo.
Para hacer crecer un cerezo a partir del hueso, hay que seguir algunos pasos. Empieza comprando cerezas, busca las más maduras y firmes. Después de comer las cerezas, separa los huesos, intentando quitar toda la pulpa que las rodea. El método más sencillo consiste en romper el núcleo y liberar el embrión. Para hacer esto, puedes usar un cascanueces.
¿Cómo hacer crecer un cerezo desde el corazón?
Si liberas el embrión al cabo de unos cuarenta días, verás crecer tu planta. De lo contrario, la siembra directa del núcleo tardará entre cinco y seis meses. Es hora de empezar a sembrar.
Elige una maceta o un lugar del jardín bien expuesto al sol. Preparar el terreno; puedes utilizar una mezcla de tierra y abono, manteniendo la tierra húmeda.
Plante el núcleo a una profundidad de 2 a 3 centímetros y cúbralo con tierra. Al principio se debe suministrar el agua en ligeras gotas para que el avellano la absorba lentamente. Además, proteja la planta joven de temperaturas extremas y lluvias intensas envolviéndola con una red o una funda transparente.
Al cabo de unos cuarenta días, verás crecer las raíces y, poco después, la nueva plántula. Al cabo de una semana verás aparecer las primeras hojas pequeñas y al cabo de 15 días la plántula medirá unos 15 centímetros de alto.
El cerezo tarda entre 3 y 4 años en producir su primera cosecha. Durante estos años tendrás que prestarle especial atención. Considera regular el riego y la fertilización para favorecer el crecimiento de las raíces y de la propia planta. Cada año también será necesario podar la planta para controlar el tamaño y renovar las ramas.