Descubriendo el misterio: cómo regar el romero para un crecimiento vibrante

El romero, apreciado por su fragancia y sus usos versátiles en la cocina italiana, a menudo adorna las macetas de balcones y terrazas. Si bien esta hierba resistente requiere una cantidad mínima de agua, garantizar su salud óptima implica algunos trucos de jardinería menos conocidos.

Comprender las necesidades de riego del romero:

Para disfrutar del aroma distintivo y los beneficios del romero, es fundamental conocer sus necesidades de riego. A pesar de ser resistente a la sequía, especialmente adecuado durante los períodos secos, el romero recién plantado, ya sea a partir de semillas o esquejes, exige más agua en comparación con un arbusto bien establecido que puede prosperar únicamente con precipitaciones naturales (siempre que superen los 450 mm anuales).

Sin embargo, tenga cuidado, ya que el romero es susceptible a la pudrición de las raíces, lo que podría provocar su desaparición.

Evite el estancamiento del agua:

En esencia, tu enfoque debe girar en torno a observar y experimentar con el romero. Para determinar cuándo y cuánto regar, confíe en el tacto: inserte un dedo profundamente en la tierra circundante y, si la siente húmeda, retrase el riego; si está seco, proceder con pequeñas cantidades. Asegúrese de que el agua no gotee de la olla.

Al plantar, elija un recipiente con amplios orificios de drenaje, cree una capa inferior de grava y cúbrala con tierra liviana. Después de cada riego, deja secar el sustrato antes de añadir más líquido.

En lugar de seguir un programa de riego estricto, controle el estado de su planta y ajústelo en consecuencia según el clima y las temperaturas externas.

Este sencillo consejo le ayudará a mantener una planta de romero próspera y floreciente, ya sea en verano o en invierno.