Si las orquídeas que compraste recientemente están perdiendo flores o si tienes una que no ha florecido en mucho tiempo, los trucos que te sugerimos en este artículo pueden ser justo lo que necesitas.
Las orquídeas tienen distintas formas y colores y comparten la extraordinaria delicadeza que tienen todas sus flores. Sin duda, nuestros hogares no son el entorno ideal para las orquídeas, ya que requieren cuidados especiales para mantenerlas vivas y prósperas.
Para imitar su hábitat natural y evitar la caída de las flores y la muerte prematura, las orquídeas necesitan unas condiciones específicas. En este sentido, el zumo de limón viene en nuestra ayuda. Además de ser rico en minerales y vitaminas, ayuda a crear un suelo ligeramente ácido, perfecto para las orquídeas. A continuación, te presentamos tres formas de utilizar el zumo de limón para cuidar tus orquídeas.
Truco 1 Crea un fertilizante potente para evitar la pudrición de la raíz y promover la floración de las orquídeas.
Mezcla 100 ml de jugo de limón con 3 litros de agua. Riega tu orquídea con esta solución una vez cada 6 semanas. El jugo de limón prolongará la vida de la planta y mantendrá a raya a los insectos y hongos.
Truco 2 Este truco es muy efectivo para darle a las hojas de tu orquídea un aspecto brillante y más saludable.
Exprime el jugo de unos cuantos limones y empapa un algodón en el jugo. Aplícalo sobre las hojas, evitando el uso excesivo. Las hojas de la orquídea mejorarán su aspecto después de unos días.
Truco 3 En un plato, vierte un poco de agua y el jugo de 3-4 limones. Coloca la maceta de la orquídea sobre el plato para que absorba esta solución. Deja reposar aproximadamente 30 minutos.
Repite este truco dos veces por semana para darle un impulso a tu planta y hacer que las flores duren más.