El aire de la primavera y el deseo de flores. Con la llegada del verano, el deseo de dedicarse a la jardinería es casi automático. Después de todo, es comprensible: el sol calienta más, los días son más largos y el aire es más fresco, de ahí el deseo de pasar más tiempo al aire libre.
Y aquí, entre marzo y abril, los jardines, terrazas y balcones empiezan a llenarse de flores. Los geranios se encuentran entre los más comunes, ya que son estéticamente muy valiosos y fáciles de cuidar. Sin embargo, para estar en su mejor momento, esta planta necesita estar cubierta de flores: para conseguirlas así, prueba nuestra técnica de riego sugerida y ¡los resultados te sorprenderán!
Geranios llenos de flores, riégalos así: Con esta técnica infalible los tendrás exuberantes…
Con sus grandes flores muy coloridas, sea cual sea la especie, los geranios embellecen nuestros espacios exteriores durante todo el verano. No sólo son hermosos, sino que requieren poco mantenimiento y, por lo tanto, son perfectos incluso para quienes no tienen habilidades verdes. Pero nunca debe faltar un elemento: el agua. Los geranios necesitan mucha agua y su suelo debe permanecer siempre húmedo. En épocas de calor conviene regarlas hasta tres veces al día, en épocas de frío, sólo de vez en cuando, siempre que la tierra nunca se seque.
Pero eso no es todo: el tipo de agua también juega un papel importante, porque a los geranios no les gusta nada el agua dura.
Sin embargo, existe un sistema para superar este inconveniente, que consiste en dejar reposar el agua de riego en la regadera durante la noche con un poco de turba. De hecho, este último regula el pH del agua para que sea perfecta para el riego. Sin embargo, es fundamental tener en cuenta dos puntos para lograr una hermosa floración: evitar esquejes que puedan pudrir las raíces y no mojar las hojas, donde podrían desarrollarse moho y hongos.
Ahí lo tienes, con estas sencillas reglas, ¡tus geranios quedarán cubiertos por una cascada de hermosas flores en poco tiempo!
Geranios, cuidado con el sol: ¡aquí es donde debes guardarlos!