Ver germinar una semilla es sin duda una de las experiencias más hermosas; es como ver nacer una vida que toma forma, crece y se desarrolla. Los recién llegados al cultivo ciertamente encontrarán algunas dificultades iniciales, pero luego todo será más fácil.

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Sin embargo, esta no es una operación sencilla , incluso para los amantes de la jardinería más experimentados. De hecho, hay algunas semillas que simplemente no quieren florecer. Esta operación requiere algunos pasos que pueden facilitar la brotación, permitiéndole divertirse y obtener excelentes resultados.

La tierra es importante pero cuidado con la maceta…

secuencia de brotes (pixabay)
secuencia de brotes (pixabay)

Hacer germinar semillas es siempre una hermosa experiencia, en la que la satisfacción y el asombro compensan todo el esfuerzo del resultado . Sin embargo, esta operación no es tan sencilla como parece; No basta con poner dos semillas en la tierra y esperar a que algo se mueva. Si eres principiante o tienes problemas con la germinación, presta atención a algunos trucos útiles.

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En cualquier caso, algunos elementos son de crucial importancia. La primera es sin duda la tierra , algunos prefieren elegir algodón o gasa, pero nosotros recomendamos una tierra de calidad que contenga las propiedades nutricionales que la planta necesita. Lo ideal es uno rico en turba, que se debe colocar en un recipiente con agujeros para el drenaje del agua. Te sugerimos utilizar siempre semillas frescas.

Muchas semillas no se deben enterrar por completo porque necesitan mucha luz para florecer y desarrollarse. Para germinar, las semillas necesitan una temperatura que varía entre 15 y 20 grados, y deben absorber la luz durante unas 12 horas. Si no tienes un lugar expuesto a una luz constante puedes optar por lámparas halógenas, siempre depende de lo que vayas a cultivar.

El envase es un elemento fundamental para un resultado satisfactorio. Hay algunos biodegradables que llevan turba adherida. Pero la solución más cómoda es utilizar recipientes de plástico, como los de yogur o helado, por ejemplo, ya que el plástico retiene el calor necesario para la germinación. De esta forma reducirás a la mitad los tiempos de crecimiento esperados.

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Algunas semillas requieren de cierta cantidad de agua para germinar una vez plantadas, y esta operación debe realizarse de inmediato, humedeciendo luego la tierra todos los días con un atomizador. El truco consiste en tapar la maceta para mantener una humedad constante tanto en la tierra como en el ambiente interno de la maceta. Este método maximizará el resultado haciendo que las primeras hojas broten al cabo de unos días.