El jengibre es una de las mejores plantas para cultivar en casa. Y con razón: necesita un lugar con poca luz y mucho calor. Esta planta también se distingue por su delicado sabor. El jengibre no sólo se utiliza en la cocina para aromatizar diversos platos, sino que también es ideal para infusiones. Para que el jengibre sea comestible, debe cultivarse durante unos 10 meses.

El jengibre no resiste el frío. Es mejor meterlo en casa antes de que vuelva el calor.
¿Dónde puedo comprar jengibre?

Puede comprar jengibre en centros de jardinería o tiendas especializadas en hierbas aromáticas. También se puede plantar jengibre fresco comprado en el mercado, pero los resultados son a veces insatisfactorios.

Esto se debe a que el jengibre del mercado ha sido tratado para evitar que brote, por lo que no puede crecer. De todos modos, puedes probar a remojar el jengibre en agua durante una noche para eliminar los residuos de pesticidas.

¿Cómo puedo cultivar jengibre con éxito?

Elige una raíz carnosa que ya tenga algunos brotes verdes.

Corta cada brote y cultívalos en macetas separadas.

Las plantas de jengibre crecen horizontalmente. Así que elige macetas lo bastante anchas pero no demasiado profundas.
Guía paso a paso para cultivar jengibre

Empieza por dejar el jengibre en remojo toda la noche en agua tibia para eliminar cualquier residuo químico.

Rellena la maceta Pocos lo saben: para salvar una orquídea con las raíces podridas, basta con estos 3 productos naturales que todos tenemos en casa.

Introduce la raíz de jengibre en la tierra con la yema hacia arriba.

Cubre la raíz con tierra para macetas y riega.

Coloca la maceta en un lugar cálido sin demasiada exposición al sol.

Mantén la tierra húmeda rociándola o regándola ligeramente.

Al cabo de unas semanas, aparecerán algunas hojas.

Riegue continuamente para mantener la tierra húmeda.
¿Cómo se cosecha el jengibre fresco?

Cosechar las primeras raíces de jengibre es muy fácil. Retire un poco de la capa superior de la tierra para localizar los rizomas en el suelo. Corte con cuidado la raíz que desee utilizar y vuelva a colocar la tierra después. Cuida bien la planta para poder cosecharla todo el año.