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No es fácil cuidar tus plantas. Son muchas las operaciones que hay que realizar precisamente para prevenir algunos de los problemas más habituales como la invasión de parásitos o incluso la pudrición de las raíces. Sin olvidar, pues, la necesidad de añadir abono pero sobre todo agua. Y es precisamente esto último lo que normalmente hay que añadir a diario. La necesidad de dar agua todos los días significa, en consecuencia, la imposibilidad de salir. Especialmente si no quieres dar las llaves de la casa a amigos y familiares.
Pero hay que desanimarse porque hay una solución: la técnica del hidrocultivo. Es decir, una técnica de cultivo de plantas que consiste en colocar las raíces de las plantas en agua, para que puedan seguir creciendo y desarrollándose. Esta técnica se ha vuelto cada vez más popular en los últimos años y consiste en el uso de jarrones transparentes que permiten observar el sistema radicular de las plantas.
Hidrocultura todo lo que necesitas saber
Cultivar plantas en agua en casa es relativamente fácil, siempre que elijas las plantas adecuadas. Las más adecuadas para el cultivo hidropónico son, entre otras, la Calathea, el Philodendron, el Ficus y la Dracena. Algunas suculentas y hortalizas también se pueden cultivar en hidrocultivo, aunque se requiere de equipos más técnicos para este tipo de plantas.
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El jarrón ideal para el cultivo hidropónico es el de vidrio, ya que permite controlar constantemente la salud de las raíces y el color del agua. Sin embargo, es importante elegir una maceta lo suficientemente grande para acomodar adecuadamente las raíces de la planta . Además, es importante asegurarse de que la maceta cuente con un sistema de drenaje para evitar que el exceso de agua entre en contacto con las raíces de la planta.
Cuando se trata de agua para cultivo hidropónico, es importante elegir agua de buena calidad y libre de cloro y otros contaminantes. Además, es recomendable utilizar un fertilizante específico para cultivos hidropónicos, que aportará a la planta todos los nutrientes que necesita.
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Una vez colocada la planta en la maceta y añadido el agua y el fertilizante, es importante asegurarse de que el nivel del agua se mantenga constante y que la planta reciba suficiente luz. La temperatura del agua también es un factor importante a considerar, ya que algunas plantas necesitan temperaturas más cálidas o más frías para crecer adecuadamente. Además, es importante asegurarse de que las raíces de la planta estén bien oxigenadas, ya que esto es fundamental para el crecimiento saludable de la planta . Una forma de hacerlo es utilizar un aireador, que proporcionará al agua el oxígeno que necesita.