Está presente en casi todas partes de nuestro campo, y es un concentrado de nutrientes y propiedades terapéuticas: el diente de león (o diente de león), es una planta diurética y depurativa que favorece la eliminación de líquidos, toxinas y otras sustancias nocivas de nuestro organismo.
El diente de león es una rica fuente de vitaminas A, B y C, así como de hierro, potasio, ácido fólico, taninos, silicio y otros minerales. Se puede consumir en forma de infusión de hierbas para disfrutar de los siguientes beneficios.
Diurético . El diente de león ayuda a expulsar el exceso de líquidos de nuestro organismo, evitando la retención y previniendo así la hinchazón de manos, pies y tobillos.
Hígado . Esta planta potencia las funciones del hígado y de la vesícula biliar, protegiéndolos y depurándolos. Es útil en el tratamiento del hígado graso y la hepatitis.
Purificante . Uno de los beneficios más importantes del diente de león es su capacidad depurativa, que favorece la limpieza completa del organismo.
Promueve la circulación . Los taninos del diente de león estimulan la circulación sanguínea, previniendo y tratando las varices y las hemorroides.
Para disfrutar de los beneficios del diente de león es recomendable preparar una infusión hirviendo sus raíces y hojas durante unos minutos. Se sugiere beber el té de hierbas dos o tres veces al día durante un mes.