Las hierbas frescas son elementos cotidianos que se encuentran en todas las cocinas. Estas son formas seguras de mejorar el plato, pero comprarlas cada vez sale caro. Estas hierbas son tan delicadas que su vida útil es muy corta. Hay dos tipos de hierbas.
1. Hierbas dulces (albahaca, perejil, cilantro, menta)
2. Hierbas duras (romero, tomillo, orégano)
Los dos tipos requieren diferentes métodos de almacenamiento. Es muy molesto ver que las hierbas frescas se echan a perder tan rápido. El cuidado adecuado de las hierbas frescas prolonga su vida útil de 2 a 3 semanas. Aquí hay 5 pasos simples para extender la vida útil de las hierbas.
1. Clasificar el césped:
El primer paso para encontrar la mejor manera de almacenar tu planta. Todas las hierbas se dividen en dos categorías: blandas y duras. Las hierbas blandas tienen delicados tallos verdes con hojas suaves como la albahaca, el cilantro, la menta y el perejil, mientras que las hierbas duras tienen tallos leñosos como el romero, el tomillo y el orégano. Las dos hierbas requerían diferentes niveles de luz, temperatura y humedad para evitar el deterioro.
2. Lavar y secar las hierbas:
Existe un mito sobre lavar las hierbas antes de guardarlas. Lavar las hierbas elimina la suciedad y las bacterias, que es la razón principal del rápido deterioro de las hierbas. Por lo tanto, debemos lavar bien las hierbas con agua corriente y secarlas antes de guardarlas.
3. Guarde las hierbas en un jarrón/maceta:
La albahaca y la menta son demasiado delicadas para guardarlas en el refrigerador porque se descomponen más rápidamente en climas fríos. Mantenerlos en el mostrador es una mejor opción. Corta la parte inferior de los tallos y luego guárdalos en un jarrón/maceta parcialmente llena con agua para cubrir los extremos pero sin tocar las hojas. Cambia el agua después de unos días cuando empiece a cambiar de color. Las hierbas frescas se pueden almacenar hasta por 2 semanas o más.
4. Cubra y almacene:
Puede guardar el romero y otras hierbas duras en el refrigerador, cubrirlas con una bolsa de plástico o envolver las hierbas en una toalla de papel húmeda para mantenerlas lo suficientemente húmedas como para que no se sequen. Colóquelo en un recipiente hermético en el refrigerador para evitar la penetración de humedad y evitar que se marchite.
5. Hierbas no utilizadas:
Las hierbas no utilizadas también pueden resultar muy beneficiosas. Puedes secarlos al sol o congelarlos. Coloca las hierbas en una bolsa de papel con orificios para ventilación hasta que puedas desmenuzarlas fácilmente. Congele las hierbas en cubiteras llenas de aceite de oliva o agua y guárdelas durante meses después de cada uso.