Originaria de Centroamérica, pero ahora parte del paisaje del sur de Italia, la tuna es un alimento que, aunque apreciado por nuestros antepasados y presente en abundancia, hoy en día está casi olvidado.
Las tunas son ricas en polifenoles, polisacáridos, flavonoides, vitaminas, fibras y proteínas que les confieren diversas propiedades antioxidantes, antiinflamatorias e hipoglucemiantes.
Diabetes . Los polisacáridos, las fibras solubles como la pectina y otras sustancias ayudan a reducir los niveles en sangre y regular la acción de la insulina.
Colesterol . Las tunas actúan directamente sobre los receptores del colesterol malo en el hígado, ayudando a reducir sus niveles. Además, contiene grasas como los ácidos linoleico, oleico y palmítico que ayudan a reducir los niveles de colesterol LDL.
Cáncer . Los compuestos antioxidantes de las tunas, como los fenoles, flavonoides y la vitamina C, protegen las células del daño causado por los radicales libres, reduciendo el estrés oxidativo y ayudando a prevenir el cáncer.
Sistema nervioso . El nopal contiene una sustancia llamada nicotiflorina, que tiene un efecto protector y antiinflamatorio sobre las células neuronales, reduciendo el riesgo de demencia.
Pérdida de peso . Bajas en calorías y ricas en fibra, las tunas ayudan a perder peso y reducir la sensación de hambre.