Descubriendo una joya escondida: la deliciosa fusión de naranja y café en el postre
A menudo, el antojo de un dulce aparece durante el día, ya sea después de una comida o cuando se necesita un refrigerio para satisfacer un impulso repentino. Si bien la conveniencia a menudo nos lleva a refrigerios comprados en la tienda, no todos son conscientes de que preparar un postre delicioso en casa no sólo es factible sino también delicioso.
Armonía inesperada: naranjas y café se unen
Si bien los snacks comprados en las tiendas cumplen su propósito, los postres caseros ofrecen una alternativa más saludable y personalizada. Una combinación fascinante que quizás no se te ocurra de inmediato es la combinación de naranjas y café. Estos sabores aparentemente opuestos pueden transformarse en un delicioso pastel, elevando tu paladar y presentando una excelente opción de postre para reuniones con amigos.
Elaborando la sinfonía culinaria
Para embarcarse en esta aventura culinaria, comience por obtener tres naranjas aromáticas y de buen tamaño. Pélalas y córtalas en trozos pequeños, colocándolas en un bol. Usando una licuadora de inmersión, cree una mezcla suave de naranjas. Al mismo tiempo, en un recipiente aparte, rompa tres huevos, añadiendo 160 gramos de azúcar y un vaso de aceite vegetal (unos 200 ml). Incorpora 200 ml de leche y ralla un poco de ralladura de naranja a la mezcla. Una vez logrado, mezcle suavemente las naranjas previamente hechas puré.
Con una batidora, combine delicadamente los ingredientes, tamizando 360 gramos de harina y un sobre de levadura en polvo (unos 10 gramos) en la mezcla. Engrasa una bandeja para horno con media cucharada de mantequilla y media cucharada de harina. Vierte parte de la mezcla en la bandeja, dejando al menos 1/4 en el bol. Extienda la mezcla insertada uniformemente en la sartén.
Luego, agregue 15 gramos de café a la mezcla restante en el bol. Introduce esta nueva mezcla en el molde formando pequeños círculos sobre la capa anterior. Hornear durante 40 minutos aproximadamente a 170°C. Una vez sacado del horno, espolvoreamos 300 ml de leche con una cucharadita y añadimos un chorrito de coco rallado por encima.
Después de dejar enfriar, corta el postre en cuadritos. La cautivadora diferencia cromática no sólo atrae a los ojos sino, más importante aún, al paladar. Esta inesperada unión de naranja y café crea un delicioso postre que seguramente alegrará tu paladar.