Entre las plantas aromáticas propias del verano y muy utilizadas en el ámbito culinario, tenemos la albahaca. Tiene la misma reputación que el romero y la salvia y se puede cultivar en macetas o en el jardín. Esta planta aromática es caprichosa en cuanto a cuidados se refiere. De hecho, la albahaca teme temperaturas inferiores a los 10°C . Además, se debe replantar cada 12 meses. Pero también existe una regla importante con respecto al riego. Evite por completo proceder de esta manera ya que corre el riesgo de que la albahaca se pudra rápidamente.
Nunca riegues la albahaca de esta manera, ya que se pudrirá rápidamente.
La albahaca necesita un poco de sol . De hecho, este último le aporta un buen aroma y potencia sus propiedades beneficiosas. Además, debes mantener siempre la tierra húmeda. Si este último tiene la costumbre de secarse, considere utilizar el método de mantillo.
Este último consiste en cubrir el suelo con paja o corteza para bloquear el paso de los rayos de luz al interior del suelo. Considere también fertilizar el suelo con productos orgánicos. Esto suaviza el suelo.
Ahora hablemos de riego. Para hacerlo correctamente, evita el agua estancada, ya que ésta favorece enfermedades como el mildiú o la marchitez por fusarium. Estos favorecen la pudrición de las raíces y contribuyen a la rápida muerte de la planta de albahaca.
En esta época que hace calor, recuerda regar 2 por día. Tenga cuidado de probar el estado del suelo antes de regar. Introduce un dedo para saber si la tierra está seca o aún húmeda. Además, sólo conviene regar la tierra al amanecer o al anochecer.
Y si estás lejos de casa, considera adoptar la punta de la botella de plástico para el riego automático. He aquí cómo hacerlo:
- Llene una botella de plástico con agua;
- Enrosque la tapa y pinche en el centro con un clavo;
- Inclina la botella en el jarrón;
- El agua bajará al sistema de goteo para mantener una buena humedad del suelo.