Para evitar encontrar una orquídea exótica enferma en casa, es necesario comprender cómo cultivarlas y su temporada de crecimiento y alimentarlas de forma natural.
Las orquídeas son plantas muy exóticas con flores magníficas que se cultivan en todo el mundo. Lo más importante a la hora de cultivar orquídeas es conocer el hábitat en el que crece la planta para poder simular esas condiciones lo máximo posible.
Orquídeas
Los ciclos de crecimiento son diferentes para cada especie. La temporada de crecimiento es simplemente el período durante el cual la planta forma nuevos brotes, raíces y otros tubérculos. Es fácil de notar porque las puntas de las raíces se aclaran.
Las orquídeas pueden vivir en una amplia variedad de hábitats, desde bosques tropicales a miles de pies sobre el nivel del mar hasta climas muy secos en regiones áridas.
Las orquídeas pueden ser silvestres o híbridas. En general, las orquídeas silvestres se pueden cultivar al aire libre si las condiciones climáticas son adecuadas, mientras que los híbridos casi siempre deben cultivarse en invernadero.
Una de las cosas más importantes que hay que saber al cultivar orquídeas es el ciclo de crecimiento. Los ciclos son diferentes para cada especie. El período de crecimiento no es más que el momento en que la planta produce nuevos brotes, raíces y pseudobulbos. Es fácil notarlo porque los extremos de las raíces se vuelven más claros.
Durante este periodo es muy importante regar continuamente ya que el metabolismo de la planta se acelera. Para muchas especies, este ciclo comienza en primavera.
Alternando con las fases de crecimiento, hay fases de reposo durante las cuales la planta no parece desarrollarse. Durante este tiempo, muchas plantas también pueden perder sus hojas.
Estos períodos son muy difíciles de predecir, ya que pueden ser diferentes para muchas especies. Debemos tener en cuenta que no podemos cultivar todas las orquídeas y que debemos elegirlas según nuestras condiciones.
Orquídea enferma, ¿qué hacer?
Las orquídeas suelen estar infestadas de insectos, principalmente coccidios, que aparecen como manchas negras en las hojas y los bulbos. Son muy fáciles de quitar porque son inmóviles y se pueden quitar mecánicamente.
Otros animales que pueden dañar nuestras orquídeas son las babosas, las cuales pueden causar diversos daños en poco tiempo.
Existen trucos como colocar trozos de cáscara de huevo dentro de las macetas, trampas de cerveza o simplemente aplicar pesticidas químicos, que suelen ser muy efectivos.
Entre los métodos de bricolaje para nutrir y tener una planta fuerte y vigorosa está el azúcar que, junto con la miel, sirve como jarabe tonificante natural para nuestra orquídea enferma.
Para prepararlo simplemente ponemos en un recipiente pequeño dos cucharadas de azúcar y una cucharada de miel, al que añadimos agua caliente para mezclar los dos ingredientes. Después de añadir el zumo de medio limón, mojamos un paño limpio en la mezcla y luego lo aplicamos sobre las hojas.
Los criterios a tener en cuenta para saber si nuestro cultivo ha tenido éxito son, en primer lugar, que las raíces estén sanas, que las hojas tengan la textura y consistencia adecuadas y el tamaño de los nuevos brotes. Los brotes deberían volverse cada vez más robustos.