La orquídea es una de las flores más queridas y extendidas. Súper popular por sus flores elegantes y características, esta planta es la protagonista de las plantas de interior.
Su variante más extendida es la Phalaenopsis , con flores con una característica forma de mariposa. Se encuentra fácilmente en el mercado, se puede comprar en los supermercados y en casi todas las floristerías.
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Sus coloridas flores y su facilidad de cultivo son lo que impulsa a la gente a querer más y más orquídeas. ¿Pero sabías que es posible reproducir la orquídea de una forma muy sencilla? De esta forma aprenderás a reproducir la planta en lugar de comprar otras, todo sin coste alguno.
Cómo reproducir una orquídea con un truco sencillo e infalible
Reproducir una orquídea puede parecer una operación compleja pero en realidad es muy sencilla y todos podemos realizarla.
Primero necesitarás una botella de plástico vacía . Lo ideal es una botella de agua usada de 2 litros, suficientemente grande para lo que tendremos que hacer.
Empecemos cortando la parte superior de la botella. Para ello podemos utilizar un cortador que permitirá un corte limpio y preciso.
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Ahora haz algunos agujeros en la tapa de la botella, de esta manera el aire podrá pasar al interior. Ahora necesitamos hacer los esquejes. Para ello tendrás que cortar ramas con cogollos de la orquídea.
El esqueje debe tener unos 10 cm de largo y sería mejor conseguir más de uno. Una vez que tengas al menos dos esquejes, toma un poco de musgo humedecido y átalo dentro de la parte inferior de los esquejes.
Es posible que quieras usar una banda elástica para atar el musgo y asegurarte de que se sujete firmemente al corte. Gracias al musgo se garantizará el ambiente ideal para permitir que la planta desarrolle sus raíces.
Coloca los esquejes en la botella, cerrándola con el tapón. Luego coloca la botella en un lugar bastante luminoso, pero siempre que no llegue luz directamente a la botella.
Si la luz del sol llegara a la botella, ésta, al ser de plástico, se calentaría fácilmente, quemando irremediablemente la planta de su interior.
Después de unas dos semanas, empezarás a ver surgir las primeras raíces de los esquejes. Ha llegado el momento de plantarlas en una maceta adecuada. La maceta debe tener aproximadamente 10 cm de diámetro y se debe utilizar tierra drenante.
La orquídea, de hecho, es una planta que sufre mucho el estancamiento del agua, por lo que este tipo de suelo es fundamental para mantenerla sana.
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Ahora sólo queda esperar para empezar a ver las primeras flores. Mientras tanto, mantén la planta en una zona bastante luminosa y con una temperatura de al menos 15 grados.