La orquídea es una de las plantas más populares entre las mujeres, porque embellece y anima el hogar con hermosos colores, simplemente alegres, que hacen que el ambiente sea cálido y acogedor. Muchas mujeres los tienen en el salón, otras en el jardín, en la terraza o balcón, o incluso en el alféizar de la ventana.

Desafortunadamente, no todos tenemos habilidad para la jardinería, algunos simplemente no pueden cuidar las plantas, incluso si han hecho mil intentos diferentes para obtener un buen resultado.

Cuando una planta muere a pesar de los cuidados y la atención, te prometes no coger otra, luego normalmente cedes y la historia se repite. Si tu orquídea está casi muerta, no te preocupes, la última palabra aún no está dicha, de alguna manera puedes devolverla a la vida y devolverle una forma perfecta y espléndida.

El truco para devolverle la vida a la orquídea
Interviniendo en el otro mundo se puede remediar una situación que parece desagradable y complicada, incluso dramática. Unos pocos ingredientes y utensilios que todos tenemos en casa o podemos encontrar fácilmente en cualquier tienda son suficientes para devolverle la vida a la orquídea muerta sin mayores esfuerzos ni complicaciones.

Lo único que necesitas es canela molida, una botella de plástico, unas tijeras, una esponja, una esponja usada, una bolsa de plástico, un poco de corteza, un atomizador de agua y una maceta.

Aquí se explica cómo y qué hacer para devolverle la vida a la planta en unos sencillos pasos.
Saque la planta de la maceta y retire las partes muertas, es decir, ramas secas, pétalos, hojas y raíces. Para ello utilizamos unas tijeras esterilizadas. Luego tomamos canela en polvo y la colocamos sobre la flor, lo que evita que contraiga moho u otras enfermedades. Luego se coloca la orquídea en un lugar seco durante dos días. Se debe colocar sobre una tela de algodón. Luego se trasplanta a una botella de plástico, a la que se le corta el cuello y se le hacen unos pequeños agujeros en el fondo para permitir que se escurra el exceso de agua.

Sobre la base se coloca una esponja húmeda, la cual se debe esterilizar y limpiar, incluso si se usa, luego se coloca encima la orquídea y se cubre con una bolsa. Creamos así un efecto invernadero que permite que la plántula se desarrolle rápidamente en un lugar cálido y protegido de las inclemencias del tiempo. La botella debe estar completamente cubierta, la bolsa debe permanecer quieta y, si te preocupa que se mueva, puedes asegurar el cable. Todo esto permite que la orquídea se recupere en uno o dos meses como máximo y vuelva a convertirse en una plántula vivaz. Entonces recuerda que debe estar expuesta al sol todo el año, excepto en verano, de lo contrario morirá por las altas temperaturas. En cuanto aparezcan nuevas raíces, trasplantamos y listo.

Lo que necesitas saber para cuidar la planta durante todo el año
Es importante recordar que para regar la orquídea no se debe utilizar el método habitual que consiste en verter agua directamente sobre la orquídea.