La plantación complementaria es una técnica en la que se cultivan varias plantas juntas para mejorar el rendimiento del huerto. De hecho, algunas plantas tienen la particularidad de atraer insectos beneficiosos que protegen determinadas variedades. Mientras que otros son excelentes repelentes. Esta plantación asociada sólo puede hacer bien a su huerta, jardín o huerto. Descubra por qué se debe cultivar ajo junto a las rosas.
La combinación de algunas plantas mejora la cosecha y limita el uso de fertilizantes y pesticidas químicos. Algunas plantas realmente enriquecen el suelo, mientras que otras protegen a sus compañeras de plagas y plagas.
¿Cuáles son los beneficios de la siembra complementaria?
– Enriquecer el suelo: Las legumbres y algunos cultivos como los frijoles y los guisantes enriquecen el suelo con nitrógeno. Además, algunas plantas con raíces largas pueden llevar nutrientes desde las profundidades del suelo a la superficie. Esto nos permite enriquecer las llamadas tierras cultivables, es decir, las tierras aradas, y así alimentar a las plantas cuyas raíces son poco profundas.
– Proporcionar apoyo natural a las plantas: algunas plantas altas, como el maíz y los girasoles, brindan apoyo a cultivos de bajo crecimiento, como guisantes y pepinos.
– Regular la cantidad de luz: Algunas plantas no toleran la luz solar directa. En este caso, tiene sentido plantar plantas altas junto a ellos para proporcionarles la sombra necesaria.
– Eliminar las malas hierbas: para evitar el desarrollo de malas hierbas, además de las plantas verdes, tiene sentido plantar cultivos grandes, como patatas. Esto llenará las áreas vacías y limitará la aparición de malezas que albergan plagas y arruinan sus cultivos.
¿Por qué el ajo es una buena planta compañera?
El ajo es una verdura perenne y una de las mejores plantas compañeras. Este control natural de plagas ayuda a repeler los insectos. Entre otras cosas, es eficaz contra los mosquitos de los hongos, los ácaros, los pulgones, las hormigas, las babosas y los mosquitos de la cebolla. El ajo también ayuda a proteger las plantas cercanas de los hongos gracias a su contenido en azufre, que es un fungicida natural.
El ajo puede acompañar a diversos cultivos de hortalizas. Entre ellos se encuentran los tomates, la coliflor, el brócoli, la remolacha y las espinacas, los pimientos, la col, las zanahorias y las berenjenas, así como los árboles frutales. Como planta con flores, el ajo se puede plantar junto a rosas, caléndulas y geranios.
¿Por qué cultivar esta hortaliza junto con rosas?
El ajo es pequeño y no ocupa mucho espacio. Al plantarlo alrededor de tus rosas, proteges tus flores de las plagas que causan estragos en ellas. De hecho, los pulgones interrumpen el crecimiento del rosal y atacan el follaje. Luego las hojas comienzan a curvarse y marchitarse. Los ácaros también pueden atacar a las rosas. Cuando están infestadas, las hojas se vuelven amarillas y se secan. También puedes notar pequeños puntos blancos o amarillentos en la parte superior de las hojas.
Plantar ajo con tu rosa la protege de las plagas pero también la estimula a aumentar su aroma. Dado que el ajo desprende un olor fuerte, el rosal intentará competir con él aumentando su aroma. Sobre todo porque, gracias a su olor, el rosal atrae insectos polinizadores imprescindibles para la reproducción.
¿Para qué plantas el ajo es un mal compañero?
El ajo sólo no se recomienda para una minoría de plantas. Evite plantar con espárragos, salvia, perejil, frijoles y guisantes. El ajo puede retardar su crecimiento.
¿Cómo cultivar con éxito este cultivo de hortalizas?
Para obtener una buena cosecha, es importante brindarle a su planta vegetal las condiciones que necesita para crecer, incluso si no tiene buenas manos para la jardinería.
El ajo aprecia un suelo bien drenado, ligero y rico en humus. La planta también debe plantarse en un lugar soleado. El ajo no necesita mucha agua para regar. Evite regar excepto durante períodos de sequía. Evite el agua estancada alrededor de sus plantas.
También es importante elegir el tipo de ajo adecuado para la temporada actual. En realidad, existen dos tipos de ajo. Variedades resistentes de otoño, incluidas las variedades de ajo blanco y morado, así como las variedades de primavera. Se conservan mejor que las variedades de otoño y se pueden plantar en climas templados. En esta categoría diferenciamos entre ajo rosado y rojo.
Sin embargo, plantar ajo con plantas en su huerto o jardín las protege de las plagas y promueve un crecimiento saludable.