Para alimentar las plantas, inmediatamente pensamos en fertilizantes comerciales que consideramos de eficacia inmediata. Sin embargo, se trata de productos químicos caros e irrespetuosos con el planeta. Si bien es muy posible confiar en ciertos ingredientes que ya tenemos en casa. Queremos hablaros de la piel de cebolla.
¿Por qué piel de cebolla?
A partir de ahora no tires las pieles de cebolla porque son un auténtico recurso para las plantas. Estas cáscaras están repletas de nutrientes y compuestos esenciales como fósforo, potasio y calcio.
De hecho, estos residuos ecológicos enriquecen el suelo y mejoran su estructura. Además, estas exfoliaciones promueven una buena retención de humedad. Además, también se aprecia la propiedad antifúngica de la piel de la cebolla .
Si utiliza fertilizantes naturales, aumenta la resistencia de las plantas a las enfermedades fúngicas. Además, el fuerte olor de la piel de cebolla ayuda a repeler insectos no deseados .
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Para este consejo, utiliza pieles de cebolla orgánicas , juntando la mayor cantidad de piel posible. Ponlos en una licuadora y agrega un poco de agua antes de licuar para obtener un producto con consistencia pastosa.
El agua es una adición importante porque ayuda a liberar mejor los nutrientes de las cáscaras. En términos de cantidad, cuente 1 volumen de solución de cáscara de cebolla por 5 volúmenes de agua.
Tan pronto como la solución se diluya, podrá utilizarla sobre la base de hierbas. Alternativamente, también puedes transferirlo a una botella rociadora para rociar la solución sobre las hojas.
Utilice su tratamiento una vez cada 2 o 3 semanas durante el período de crecimiento de la planta. Recuerda también observar atentamente la salud de las plantas para adaptar la frecuencia de uso.
También puedes preparar una decocción de pieles de cebolla hirviéndolas en agua durante 20 minutos. Dejar enfriar y utilizar como fertilizante para plantas. Tenga cuidado de utilizar únicamente las cáscaras.