Las hortensias son populares por las extraordinarias flores que producen durante el otoño y el verano. Su mantenimiento tampoco es muy difícil de realizar. Sin embargo, se debe prestar mucha atención a su humedad, ya que existe el riesgo de que el follaje se marchite cuando el suelo se seca. Peor aún, es posible que no haya floración. A continuación se ofrecen consejos de expertos sobre cómo regar adecuadamente las hortensias, ya sea que estén plantadas en el suelo o en una maceta.
Hortensias plantadas en una maceta.
Regar las hortensias en macetas es complicado, principalmente durante los períodos calurosos. Es importante recordar que es preferible utilizar compost a base de marga que a base de turba, porque retienen mucha más humedad.
Las hortensias también deben regarse con frecuencia, a excepción de los días lluviosos consecutivos. El riego regular es fundamental porque las raíces de las hortensias en macetas no son demasiado profundas y son limitadas.
Además, su follaje cubre el suelo y esta situación impide muchas veces que el agua de lluvia entre en contacto con los compost. Por tanto, es necesario vigilar estos arbustos y controlar constantemente su suelo.
Si este último parece demasiado seco, considere regar abundantemente el abono alrededor de la hortensia. Esto asegurará una saturación uniforme para que el abono pueda esparcirse por el fondo.
También considere colocar las macetas sobre soportes como elevadores antideslizantes. Levantarlos evita que el agua se acumule demasiado y provoque la pudrición de las raíces.
El otro consejo a considerar es fertilizar estas plantas en macetas. Puede ser conveniente hacer esto porque la mayoría de los nutrientes tienden a agotarse rápidamente en la tierra para macetas.
Fuera de las épocas calurosas, cuando las temperaturas suben, lo mejor es colocar las hortensias en macetas a la sombra para evitar que se sequen.
Hortensias plantadas directamente en el suelo.
Dado que la humedad es la mejor amiga de las hortensias, es importante plantarlas en un suelo naturalmente húmedo.
Aún así, se deben evitar los lugares pantanosos porque existe riesgo de anegamiento. Para proteger las plantas de los vientos secos, elija un lugar protegido.
Es recomendable remojar las hortensias en agua antes de plantarlas para que las raíces queden bien hidratadas. En cuanto al suelo, se debe incorporar estiércol viejo friable o abono descompuesto para retener mejor la humedad.
Una vez que las plantas estén en el suelo, conviene regarlas abundantemente y luego realizar riegos frecuentes durante varias semanas seguidas. Esto juega un papel decisivo en el enraizamiento de las hortensias.
El mejor riego de hortensias se realiza al amanecer, muy temprano en la mañana. Si eliges otro momento (al final del día por ejemplo), es posible que el agua se evapore más rápidamente.
Cuando las temperaturas son altas, la humidificación es aún más importante para las hortensias adultas que se encuentran en pleno período de crecimiento. Se deben regar entre una y tres veces por semana.
Basta comprobar con un dedo que la tierra esté seca para empezar a regar. Si utilizas una manguera de jardín o una regadera, no apuntes a las hojas, sino a la base de las hortensias. Esto evitará la aparición de enfermedades como el oídio.