El impulso de la jardinería no tiene edad. Para muchos, cuidar las muchas plantas es también una buena manera de reflexionar sobre sus propios pensamientos o de olvidar los problemas de la vida. Sin embargo, ¡nunca es tarde para un truco para ahorrar agua en el jardín! De una manera sencilla, puedes usar una ley de la naturaleza para mantener tu suelo perfectamente regado.
Todo lo que necesitas es una botella de plástico más grande y otra más pequeña. Ahora le cortas el cuello al más pequeño y la base al más grande. La botella más pequeña se llena con agua y luego se coloca en la más grande. Luego haces todo en el suelo para que el más grande cubra completamente al pequeño.
El arreglo de botellas debe colocarse al lado de las plantas que se van a regar. Tiene sentido cubrir todo el suelo con paja para almacenar el agua tanto como sea posible.
El resultado: a medida que el sol calienta las botellas, el agua de las botellas más pequeñas comenzará a evaporarse. Como resultado, se forman gotas en la botella grande, que luego caen al suelo.
Con este sencillo pero efectivo método, ya no desperdiciarás agua.