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A lo largo de la evolución, muchas plantas han desarrollado habilidades bastante inusuales para adaptarse al medio ambiente. Una de ellas es la de Selaginella lepidophylla , comúnmente llamada falsa rosa de Jericó. Esta planta es bastante conocida, incluso bajo el nombre de planta de la resurrección.
Comúnmente desarrollado en un territorio desértico, ubicado entre América del Norte y México, logra entrar en una fase latente que le permite sobrevivir durante varios años. Pero no perdamos más tiempo y conozcamos más detalles sobre esta planta.
Rosa de Jericó: todo lo que necesitas saber sobre esta planta en particular
Esta planta está acostumbrada a vivir en zonas donde la temperatura es muy alta pudiendo incluso alcanzar picos de entre 35-40 grados y las precipitaciones son muy escasas. La planta de Jericó necesita humedad para desarrollarse y el hecho mismo de que las lluvias no sean abundantes y el clima sea desértico, por lo tanto árido, crea una condición en la que la planta queda inactiva.
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Muy a menudo esta planta, enroscándose sobre sí misma, se desprende de sus raíces y comienza a rodar, movida por el viento, y dirigirse a otras zonas que pueden estar más húmedas y volver a ser metabólicamente activas . Se trata de un fenómeno llamado criptobiosis y que no sólo es común en las plantas sino también en algunos crustáceos.
De hecho, la criptobiosis ocurre cuando hay una respuesta metabólica a condiciones ambientales extremadamente adversas para permitir que el organismo sobreviva durante muchos años, a la espera de condiciones ambientales más adecuadas. En el caso de la falsa rosa de Jericó, lo que permite esta fase es seguramente la producción de un azúcar disacárido, llamado trehalosa, que permite a la planta permanecer viva durante mucho tiempo .
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Precisamente por todo ello, es muy sencillo cuidar esta planta en casa. De hecho, teniendo una planta en estado latente, lo único que hay que hacer es no sumergirla completamente en agua, para poder reactivarla. Una vez reactivada la planta, la precaución a tener es no dejarla mucho tiempo en agua porque podría pudrirse. Por último, es mejor no dejarlo expuesto al sol directamente.