Si tienes talento para la jardinería, sabrás muy bien que las plantas necesitan un cuidado adecuado para crecer bien y estar sanas. Ya sean plantas de jardín o plantas en macetas, el mantenimiento básico es fundamental. Si olvidaste cuidarlos y están a punto de morir, siempre puedes hacer algo y salvarlos. Este es el caso de las orquídeas.
Las orquídeas son plantas ornamentales muy apreciadas entre los amantes de la decoración. Sin embargo, necesitan cuidados especiales para poder crecer y florecer en buenas condiciones. Si notas que tu planta tiene el tallo seco, se está muriendo. Para salvarla, debemos intervenir urgentemente.
Una orquídea con tallo seco: ¿cómo salvarla?
Una orquídea con un tallo marchito se puede salvar si no se ha secado por completo durante mucho tiempo. Simplemente siga los siguientes pasos.
Comience quitando las hojas amarillas y los tallos secos.
Riega tu planta al menos una vez por semana, si el clima es más templado y no llueve demasiado. De este modo podrá absorber agua entre riegos. Si no respeta escrupulosamente este intervalo, su planta corre el riesgo de secarse, especialmente durante las épocas más calurosas del año.
Si tu planta tiene tallos secos es urgente regarla. A la hora de regar hay que mantener el sustrato húmedo. Comprueba también si las raíces están verdes. Si ves raíces blancas, es una señal segura de que tu planta está completamente seca. Luego deja que la planta se escurra por completo antes de volver a colocarla en su maceta. Esto evitará que las raíces reciban agua estancada posteriormente y se pudran.
¿Qué hacer a continuación?
Una vez que su planta esté bien regada, debe asegurarse de que tenga el ambiente saludable que necesita para prosperar. Para ello, puedes hidratar tu orquídea rociando agua sobre sus hojas. De esta forma, la planta puede recargar sus baterías en un ambiente adecuado y al mismo tiempo favorecer el proceso de fotosíntesis de sus hojas.
Sin embargo, evita humedecer las hojas de tu planta cuando estén expuestas al sol. En su lugar, haga esto si su orquídea se coloca en un lugar alejado del sol o en el interior. Luego espera hasta que las hojas estén completamente secas antes de sacarlas al exterior. De hecho, las hojas mojadas pueden quemarse con el sol.
Si sigues estos consejos verás que tu planta recuperará sus colores y follaje al cabo de unos días. Recuerda regarla suficientemente y no exponerla a la luz solar directa.