Tener una casa perfumada es una prioridad, no hay nada más placentero que regresar de un largo día de trabajo y ser recibido por un intenso perfume.
Todo esto no siempre es fácil, sobre todo en invierno, cuando después de cenar, puertas y ventanas permanecen cerradas y los olores de comida o humo quedan atrapados en el interior.
Hay muchos perfumistas industriales que pueden ayudarnos a solucionar el problema pero los costes, a la larga, pueden pesar en el presupuesto y lo peor es que nos encontramos respirando químicos constantemente.
En este caso, la naturaleza puede ayudarnos de forma sencilla y económica. Además, en función de qué sustancia decidamos utilizar, obtendremos distintos beneficios.
En este caso nos ocuparemos de la salvia.
Los beneficios de la salvia
Todos sabemos que la salvia es una auténtica baza para aromatizar los asados en la cocina, pero sus propiedades no se limitan a esto.
Su perfume tiene la capacidad de reducir la ansiedad y el estrés, por lo que ayuda en caso de nerviosismo o dificultad para dormir.
Eso no es todo, su poder expectorante es un aliado para quienes padecen asma y procesos inflamatorios en las vías respiratorias superiores.
Cómo utilizar la salvia para perfumar tu hogar y beneficiarte de ella
Vamos a hacernos con una buena cantidad de hojas de salvia. Si tuviéramos una planta en el jardín sería ideal, si aún no la tenemos plantémonos comprar una. Esta planta es muy resistente y además crece bien en macetas, por lo que aunque no tengamos jardín es buena idea hacerse con una para tener en casa.
Limpiamos bien las hojas, debemos eliminar todos los restos de suciedad, las colocamos sobre un papel absorbente o sobre un paño y las dejamos secar al aire durante 4-5 días.
Cuando estén listos, colócalos en pequeñas bolsas de algodón, ciérralas y colócalas en varios rincones de la casa.
Para un aroma más intenso colocamos las bolsitas encima del radiador, al encenderse la casa quedará muy perfumada.
Vapores perfumados para un efecto de choque
Para solucionar rápidamente aquellas situaciones en las que el mal olor se ha extendido por las estancias, podemos utilizar la salvia combinándola con otras especias.
Cogemos unas hojas de salvia, unas ramitas de romero, unas hojas de laurel y un limón, este último lo cortaremos en trozos pequeños.
Colocamos todo en una olla con agua y dejamos que hierva. El vapor que se desprenderá se esparcirá entre las estancias eliminando el mal olor y, al mismo tiempo, perfumando todas las estancias.
¡Ahora volver a casa siempre será muy relajante!