Las semillas de calabaza , esas mismas que tiendes a desechar cada vez que decides cocinar esta extraordinaria verdura, son en realidad una fuente inagotable de nutrientes y beneficios para nuestra salud. Tienen un sabor agradable, parecido al de las nueces, y si se tuestan se pueden masticar: aquí te explicamos cómo utilizar las semillas de calabaza.

Estas extraordinarias semillas contienen zinc, fósforo, cobre, potasio, hierro y magnesio, y son tan ricas en ellos que pueden definirse como auténticos complementos alimenticios. Es posible añadirlas a batidos, comerlas tostadas, ponerlas en leche o reducirlas a harina y utilizarlas para la preparación de otros platos.

Las semillas de calabaza contienen grandes cantidades de vitaminas A, K y B3, pero también ácido linoleico, ácidos grasos omega 6 y omega 3. Los principales beneficios de las semillas de calabaza :

  • Están recomendados para quienes padecen osteoporosis, gracias a su alto contenido en zinc, fundamental para retrasar el deterioro de la densidad mineral ósea.
  • ayudan a las personas con artritis al reducir la inflamación,
  • promover la salud de la próstata,
  • reducir el riesgo de formación de cálculos renales,
  • ayudan a reducir los niveles de colesterol malo, siendo ricos en fitoesteroles,
  • Contiene L-triptófano, un compuesto que tiene propiedades antidepresivas naturales.
  • favorecen la producción de serotonina, y nos ayudan a reducir los problemas de sueño y ansiedad,
  • puede ser útil en el tratamiento del síndrome del intestino irritable,
  • Tienen propiedades calmantes y laxantes.