Nuestras abuelas entendieron la importancia de reciclar dentro del hogar, encontrando nueva vida incluso en restos de cocina. Uno de esos tesoros son las cáscaras de ajo, que tienen usos sorprendentes más allá de los platos aromatizantes.

El ajo y las cebollas son alimentos básicos culinarios, mejorando innumerables recetas con sus distintos gustos. Pero después de agregar ajo a un plato, en lugar de tirar las cáscaras, nuestras abuelas tuvieron un truco ahorrativo en la manga.

En lugar de desperdiciarlos, las cáscaras de ajo se pueden reutilizar de una manera inteligente y económica. La sabiduría de esta abuela se extiende a la jardinería, ofreciendo una solución simple pero efectiva para la protección de las plantas.

Para aprovechar las propiedades antifúngicas y antiparasitarias del ajo, se puede hacer una infusión casera. Aquí está cómo:

  1. Llena una olla con 1 litro de agua.
  2. Agregue las cáscaras de 4 dientes de ajo a la olla.
  3. Lleve la mezcla a ebullición y deje hervir a fuego lento durante unos treinta minutos.
  4. Una vez enfriado, cuele el líquido y transfiéralo a una botella de spray.
  5. Rocíe el líquido infundido sobre las hojas y la base de las plantas para protegerlas de enfermedades.

Al utilizar este remedio natural, no solo minimizará los desechos sino que también nutrirá su jardín con una solución sostenible.