Existen numerosos métodos para nutrir orquídeas, pero uno se destaca como particularmente efectivo — el uso de cáscaras de huevo. 

Orquídea

Las orquídeas, admiradas por su sutil elegancia, encuentran un lugar en los hogares a nivel mundial, a menudo sirviendo como regalos para diversas ocasiones. A pesar de su apariencia sin pretensiones, las orquídeas requieren una atención cuidadosa para prosperar, lo que hace que la utilización de cáscaras de huevo sea un recurso valioso.

Cáscaras de huevo para cuidar orquídeas

Específicamente, la variedad Paphiopedilum, conocida por su impresionante follaje y flores de larga duración en varios colores, se beneficia significativamente del cuidado adecuado. Las orquídeas, en general, pueden ser sensibles a los sustratos ácidos, y aquí es donde las cáscaras de huevo juegan un papel fundamental.

En lugar de desechar las cáscaras de huevo usadas, considere molerlas en un polvo fino. Agregue siete gramos por litro de sustrato para neutralizar la acidez y proporcionar un impulso de calcio, promoviendo el crecimiento óptimo de orquídeas.

Cáscaras de huevo

Crear fertilizante de cáscara de huevo es un enfoque sostenible. Desmenuzar las cáscaras de huevo y dispersarlas debajo de las plantas contribuye con el calcio al suelo a medida que se disuelven gradualmente, apoyando el crecimiento de las plantas. Para disuadir a las babosas, las cáscaras de huevo trituradas se pueden rociar alrededor de la base de las orquídeas.

Alternativamente, seque al aire las cáscaras de huevo, muela en un polvo fino y úselo directamente alrededor de las orquídeas o mézclelo en el suelo durante la siembra, especialmente efectivo para las plantas en macetas.

órquidas

Para una solución de fertilizante líquido, vierta agua hirviendo sobre las cáscaras de huevo, dejando que la mezcla permanezca durante aproximadamente una hora con agitación ocasional. Una vez que las cáscaras de huevo se hayan derretido, agite la solución para una mezcla adecuada. Aplique el fertilizante líquido resultante directamente al suelo o rocíelo sobre sus orquídeas para obtener resultados óptimos en el fomento de un crecimiento saludable y exuberante.