Como todas las plantas, las orquídeas también son muy susceptibles a enfermedades o al ataque de diversos patógenos. Las bacterias, hongos e insectos pueden atacar nuestras plantas y debilitarlas.

Sin embargo, si se toman las medidas adecuadas, es posible minimizar el riesgo. El exceso de temperatura o humedad, la mala ventilación o los cuidados inadecuados pueden hacer que nuestras orquídeas no florezcan o, en algunos casos, incluso mueran.

Hongos

Se encuentran entre las principales amenazas para las orquídeas, sin embargo, pueden combatirse si se detectan a tiempo. Por lo general, la presencia de hongos se manifiesta por puntos o manchas oscuras en las hojas y flores. También pueden cambiar el color de las flores, haciéndolas amarillas o más oscuras.

El exceso de humedad, las altas temperaturas y la mala ventilación son las principales causas de la aparición de hongos. Para deshacerte de los hongos, puedes agregar unos 4 gramos de bicarbonato de sodio a una botella de agua equipada con un difusor en aerosol, mezclar bien y rociar sobre la planta.

bacterias

Son patógenos que provocan manchas en las hojas, dándoles una consistencia acuosa y un color oscuro. Las partes afectadas por virus mueren rápidamente por descomposición.

La bacteria se desarrolla cuando el ambiente alrededor de la planta es demasiado húmedo y, desafortunadamente, no existe un tratamiento efectivo. Sin embargo, si se detecta a tiempo, podemos remediar el problema desinfectando la zona afectada con canela molida, que tiene propiedades antibacterianas.

Insectos

La primera amenaza de nuestras orquídeas son los pulgones, que chupan la savia de las plantas provocando su muerte y provocando malformaciones. Otros insectos que pueden atacar a las orquídeas son las cochinillas (reconocibles por su consistencia algodonosa), los ácaros y otros insectos.

Para solucionar este problema, consulte la receta de un insecticida natural a base de alcohol y ajo . Alternativamente, puedes usar un insecticida natural a base de aceite de neem, que se puede comprar en tiendas especializadas.

Aquí hay algunos otros problemas comunes de orquídeas y sus soluciones.

falta de luz

Este problema impide la floración. El tallo se debilita y las hojas se oscurecen. La solución es encontrar una posición más adecuada, cerca de una ventana pero sin luz solar directa.

falta de humedad

Las flores ya no se desarrollan y las raíces se vuelven blanquecinas, mientras que las hojas se vuelven amarillas y se caen. En este caso, debe aplicar más agua, quizás usando una botella equipada con un difusor de spray.

Temperaturas anormales

Demasiado o muy poco calor puede provocar la caída de las hojas. Corrija la temperatura midiéndola y, si es necesario, cambiando la posición de la planta.

exceso de agua

Las raíces se pudren y se vuelven más oscuras, mientras que las hojas se vuelven amarillas. Deje que el suelo se seque entre riegos.