No hay duda: ¡la orquídea es una de las plantas más bellas para embellecer nuestros interiores! Esta planta tropical es conocida por sus grandes hojas verdes y sus magníficas flores. Normalmente cultivamos la orquídea phalaenopsis en casa, que no requiere cuidados especiales.
Sin embargo, esta planta tiene un punto débil: sus raíces. Cuando riegas demasiado esta planta, sus raíces comenzarán a pudrirse. Afortunadamente, existe un remedio muy útil para salvar tu planta: ¡la algodoterapia! Veamos juntos cómo proceder.
Cortar las raíces
El primer paso es sacar la orquídea de la maceta para comprobar el estado de las raíces. Pode las raíces que estén blandas, podridas o que se rompan al tocarlas. Para ello, coge unas tijeras bien esterilizadas para cortarlas.
Limpieza de raíces
Una vez eliminadas las raíces muertas, limpie cuidadosamente las raíces restantes. Comercialmente, puedes comprar un antimoho para plantas y simplemente aplicarlo en las raíces supervivientes. Sin embargo, puedes utilizar una opción natural: canela molida. Se sabe que este producto es un antimoho natural muy eficaz. Simplemente colóquelo en las raíces para eliminar el moho y curar las zonas podadas.
Envuelva la planta con algodón.
Para la terapia con algodón, use almohadillas de algodón. Mójalos, exprímelos bien y colócalos alrededor de la raíz de la planta.
Asegúrate de que el algodón no se mueva envolviéndolo con hojas de periódico.
Termine envolviendo toda la planta en una bolsa de plástico transparente.
Cual es el resultado ?
El algodón húmedo ayuda a reducir la pudrición de las raíces que han sido parcialmente tratadas con el tratamiento antimoho. También estimula la producción de nuevas raíces por parte de la orquídea.
Si este método funciona bien, comenzarán a brotar nuevas raíces en unas pocas semanas. Cuando estas raíces sean fuertes y gruesas, podrás trasplantar tu orquídea.
Si esta terapia falla, puedes pedir consejo a tu jardinero habitual.